España

Puigdemont hace política con las víctimas del autocar y falsea sus repatriaciones

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha utilizado políticamente el accidente de autocar en Freginals para promocionar el proceso independentista que quiere instaurar en Cataluña. Según Economiadigital.es, el president se empeñó en acompañar al primer ministro italiano, Matteo Renzi, durante su visita a Reus cuando éste había pedido total privacidad. Un hecho que se suma al intento de Govern por capitalizar las gestiones de repatriación de las víctimas que efectuó Sanidad Exterior, área de la Delegación de Gobierno.

El conseller de Justicia, Carles Mundó, ha iniciado la maniobra al asegurar en una entrevista de RAC1 que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, no había tenido «demasiado interés» en el accidente de autobús del pasado domingo. Un suceso luctuoso donde 13 estudiantes perdieron la vida cuando volvían de madrugada a Barcelona tras pasar la jornada en Valencia.

Mundó también añadió que, ante el supuesto desinterés de García-Margallo, fue el consejero de Exteriores catalán, Raül Romeva, quien se tuvo que hacer cargo «directamente» de la repatriación de las víctimas con los consulados y las embajadas de los países de procedencia de las víctimas. Algo que choca contra la realidad ya que estas gestiones se hacen desde el área de Sanidad Exterior, un departamento propio del Ministerio de Sanidad y la Delegación del Gobierno.

Proceso legal

La repatriación de los cuerpos no requiere de intervención consular si los países receptores ha ratificado los convenios de Estrasburgo o de Berlín a este respecto. En el trágico suceso de Freginals, los países de origen de 12 de las víctimas habían firmado dichos convenios. Tan sólo se requirió contacto diplomático en el caso de la estudiante de Uzbekistan. Por lo tanto, Raül Romeva basó toda su acción en dar el pésame a las víctimas.

Cuando ocurre un accidente de este tipo, el juez designado autoriza la repatriación y automáticamente se activan varios protocolos internacionales de seguridad que están supervisados por los médicos de Sanidad Exterior. Por lo tanto, la Generalitat carece de cualquier tipo de competencia en este particular.

A partir del accidente de Freginals, los médicos de Sanidad Exterior autorizaron la salida de los cuerpos, que varía según los países a los que va la persona repatriada, y que certifica que se han cumplido todos los requisitos necesarios tanto en términos de salud pública como administrativos, según indican fuentes de la Delegación del Gobierno.

Sanidad Exterior coteja que «todo esté correcto». Un cadáver no puede salir de España sin el permiso: «Es requisito imprescindible disponer del documento que emite Sanidad Exterior», añaden las mismas fuentes.

Romeva no pudo, por tanto, encargarse «directamente» de la repatriación de las fallecidas tal y como pretende señalar el conseller Mundó.

El enfado de Renzi

El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, pidió privacidad y que no se le hiciesen fotos ni hubiera séquito político durante su estancia en Tortosa. No obstante, Puigdemont hizo caso omiso y acompañó al dirigente italiano en todo momento. Incluso publicó una foto con él que posteriormente colgó en Twitter.

Cuando Economía Digital desveló que Puigdemont había desoído los deseos de privacidad de Renzi, la Generalitat acudió a los medios públicos catalanes para que acusaran al Gobierno central de impedir el encuentro entre el primer ministros transalpino y el presidente autonómico de Cataluña.

Una versión que quedó desmentida cuando la Delegación del Gobierno explicó que autorizó la entrada del coche de Puigdemont en la pista del aeropuerto de Reus para que el president pudiera recibir a Renzi allí mismo.