España

Público grabó al comisario Castaño afirmando que Martín Blas pagó a detectives con fondos reservados

Los periodistas de Público grabaron al comisario Enrique García Castaño afirmando que Marcelino Martín Blas, jefe de Asuntos Internos de la Policía, había pagado con fondos reservados a varios colaboradores de Barcelona, entre ellos a dos detectives de la agencia Método 3, dentro de la conocida como operación Cataluña. Los reporteros escucharon esas palabras del jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), uno de los departamentos más eficaces y prestigiosos de la Policía, («Ahora no puede quedar fuera de todo eso»), pero sólo utilizaron en su información las frases que apuntalaban su tesis de un supuesto complot contra el CNI y la Casa Real. Para ellos, el comisario Marcelino era intocable.

Con la encerrona a Castaño, a quien grabaron subrepticiamente sin su consentimiento, los autores del scoop pretendían situar a OKDIARIO y a su director Eduardo Inda en una fantasmagórica conspiración contra el CNI y la Casa Real. Según ellos, en una maniobra de extorsión y chantaje.

Para obtener sus fines, no dudaron en manipular al juez Baltasar Garzón, amigo personal del comisario Enrique García Castaño desde hace más de 20 años. Los periodistas utilizaron al ex magistrado de la Audiencia Nacional como intermediario ante el jefe de la UCAO, según ellos, porque «estaban escribiendo un libro sobre la Transición» y necesitaban hablar con él. Garzón hizo la gestión y Castaño accedió a entrevistarse con ellos por las garantías que le daba el ex titular del Juzgado Central de Instrucción número 5.

Martín Blas, junto al también comisario José Villarejo, era el responsable del operativo contra el independentismo catalán. Y para ello había desplazado a Barcelona a un nutrido equipo de hombres de confianza bajo el mando del inspector Rubén Sánchez. La presencia de Villarejo en ese plan secreto de la policía tenía una coartada al ser el jefe de la Unidad de Inteligencia de la Policía, sin embargo la participación de Martín Blas, como jefe de Asuntos Internos, quedaba fuera de lugar.

Asuntos Internos, según los cometidos asignados por la Dirección General de la Policía tiene como misión «investigar y perseguir las conductas de los funcionarios policiales constitutivas de infracciones penales». Los dos comisarios principales, ahora enfrentados en varias causas judiciales, dependían directamente de Eugenio Pino, el Director Adjunto Operativo (DAO) de la Policía durante el mandato del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Según fuentes policiales, durante la encerrona que le prepararon a Castaño, los periodistas exhibieron una especial animadversión hacia Inda, Villarejo, Pino y Olivera. Éste último, es el actual jefe del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y ex responsable de la UDEF.

La operación contra Enrique García Castaño, se puso en marcha el viernes 20 de enero pasado. Ese día, Eugenio Pino, el dao de la Policía durante el mandato de Jorge Fernández Díaz, comió en Alcalá de Henares con un coronel del CNI. El ex número dos de la Policía se quejaba ante su amigo de su hartazgo por el acoso al que lo estaba sometiendo la dirección del CNI. Le avisaba de que si no lo dejaban en paz estaba dispuesto a contar todo lo sucedido con el Pequeño Nicolás.

El coronel, cumpliendo con su obligación de funcionario, pasó un informe con lo hablado con Pino a sus superiores de los servicios secretos. Las palabras del ex dao eran más un lamento que un chantaje, como algunos hicieron ver más tarde, ya que en ningún momento se refirió ni a Don Juan Carlos ni al CNI, según explicó el propio Pino a un colega de la Policía.

El miércoles 25, tras las gestiones de Garzón, el comisario Castaño se reunió con los reporteros en un bar de la Avenida de Aroca de Madrid donde le grabaron la conversación. El jefe de la UCAO salió del encuentro un tanto contrariado porque “hablaron de todo menos de la Transición”. Estaba claro que el guión era otro. Al día siguiente, sin apenas tiempo para digerir la información y transcribir la cinta, Castaño se llevó la gran sorpresa en formato titular: «Las cloacas de Interior: ‘la brigada política’ de la Policía chantajea al CNI y a la Casa Real con tirar de la manta del caso Corinna».

Veinticuatro horas después de la publicación de la supuesta conspiración, los abogados de Podemos se personaron en la Audiencia Nacional para presentar una denuncia contra José Villarejo, Eugenio Pino y Eduardo Inda por un delito de extorsión. Lo curioso es que ni el CNI ni la Casa Real, en teoría las instituciones agraviadas, habían adoptado ninguna medida legal por ese supuesto chantaje. Según fuentes judiciales, la iniciativa de Podemos servirá para averiguar cómo se realizó la grabación ilegal al comisario y cuáles fueron sus manifestaciones en privado: «Los periodistas deberán aportar en sede judicial la cinta con la conversación íntegra. Aquí ya no valen los extractos seleccionados y que sólo interesen a los autores de la información», manifestaron las mismas fuentes.

A raíz de las grabaciones al jefe de la UCAO, la Comisaría General de Información, ha abierto a Enrique García Castaño un expediente reservado por unos supuestos insultos a su jefe, Enrique Barón. Fuentes de Interior señalaron a OKDIARIO que resulta sorprendente que se actúe así contra un funcionario mientras no se adoptan las mismas medidas contra Marcelino Martín Blas por las filtraciones de documentos y cintas que, desde hace meses, se están produciendo desde su unidad. «Nadie ha hecho un inventario de las cintas, papeles o pendrives que han podido salir de Asuntos Internos», manifestaron.

Por esa misma unidad policial, bajo las órdenes del comisario Marcelino pasaron los documentos de la conocida como Operación Cataluña y la cinta con la grabación de la conversación entre el ex ministro Fernández Díaz y el ex director de la Oficina Antifraude catalana, Daniel de Alfonso. “Pino le entregaba todo lo que pesaba por sus manos a Marcelino”, recordó un alto cargo de Interior.