El PSOE vuelve al dóberman: quiere declarar al PP en las Cortes cómplice de la “extrema derecha”

El PSOE vuelve al dóberman: quiere declarar al PP en las Cortes cómplice de la “extrema derecha”
El PSOE vuelve al dóberman: quiere declarar al PP en las Cortes cómplice de la “extrema derecha”
Carlos Cuesta

El PSOE quiere aprovechar el pacto de Gobierno de Castilla y León entre el PP y Vox para atacar a los populares. El texto que plasma el inicio de este ataque al más puro estilo de la mítica campaña del dóberman usada por Felipe González se ha registrado ya en el Congreso de los Diputados. Lleva la firma de los socialistas y busca una declaración expresa de los populares de repudio a Vox. Todo ello bajo la acusación al partido liderado ya de facto por Alberto Núñez Feijóo de complicidad con la «extrema derecha”.

La estrategia del viejo dóberman ha vuelto oficialmente. Y el PSOE, el mismo que pacta con Bildu, comunistas y separatistas, quiere explotar los bandazos del PP de los últimos tiempos, en los que han pasado ellos mismos de tachar de extrema derecha a Vox a pedir los pactos con el partido de Santiago Abascal, por ejemplo, en Castilla y León. El texto redactado por los socialistas es un cúmulo de descalificaciones a Vox, a los que acusan de formar parte de una conspiración para poner en peligro las “democracias surgidas tras la desintegración de la URSS”.

Los calificativos de «extrema derecha» figuran de forma reiterada y las insinuaciones de comportamientos delictivos relacionados con el odio no cesan. El texto de los socialistas busca un indisimulado intento de devolver al PP al cordón sanitario.

El documento afirma que “en el último barómetro del CIS -enero de 2022- se vuelve a observar que la política y los diferentes elementos relacionados a ella siguen siendo un foco de preocupación para los españoles” y que “el comportamiento inadecuado de algunos políticos continúa siendo uno de los principales problemas que la ciudadanía piensa que existe en España”.

El texto afirma que “el Congreso de los Diputados, el Senado, parlamentos autonómicos y ayuntamientos albergan, en numerosas ocasiones, crispación y polarización, creando un clima que es percibido negativamente por la población. Estos comportamientos dañan las instituciones que nos hemos dado entre todos para el debate de ideas y convicciones que representan al conjunto de la ciudadanía”.

Los socialistas, los mismos que han tenido que parar los pies en los últimos días a sus socios de Podemos que no querían enviar armas a Ucrania, aseguran que “el crecimiento de la polarización sociopolítica como consecuencia de la crisis sanitaria, ha multiplicado comportamientos radicales y poco moderados de algunos miembros de la oposición en nuestro país. Algunos representantes de la derecha política han aumentado el tono discursivo de forma muy agresiva, poco moderada e, incluso, con una prolífica lista de insultos y descalificaciones propia de entornos poco adecuados y muy alejados de parecerse a la cultura parlamentaria connatural de cualquier democracia consolidada”.

El PSOE pone un ejemplo reciente: «La situación vivida durante la tramitación de la reforma laboral. Ante un error humano cometido por un diputado del grupo popular en la votación que permitió la aprobación de la misma, el propio Partido Popular ha tildado la validación de la norma como «pucherazo», «prevaricación» o «secuestro de la democracia”.

Ataques nítidos a Vox

“Estos discursos que insultan, ridiculizan, marcan y deshumanizan al adversario político son el germen de discursos de odio que nos trasladan a otros momentos históricos propios de épocas con tintes oscuros”, añade el texto. Un redactado que avanza hacia Vox: “Es oportuno mencionar que el auge del populismo, extremismo y radicalidad en las democracias occidentales -como en Polonia o Hungría- han sido exportados y asumidos por diferentes organizaciones políticas de la derecha y extrema derecha española”. Y explica su postura: “Por ejemplo, en Polonia, el partido Ley y Justicia, ha acrecentado tanto el nivel de polarización, que ha generado tal fractura social que sigue manteniéndose y profundizándose a día de hoy. En Hungría, Viktor Orbán, líder de Fidesz, partido gobernante húngaro, y vinculado con la extrema derecha española representada por Vox, ha sustituido el orden democrático liberal surgido tras la caída de la URSS por una autocracia que difumina los límites de la separación de poderes”.

El PSOE, que ha recibido la advertencia de la UE por su intento de vulnerar la separación de poderes en el Poder Judicial, sigue con sus lecciones de democracia: “El orden democrático social y de derecho consolidado tras la caída del muro de Berlín en 1989 está siendo sustituido por democracias iliberales basadas en un autoritarismo que se apoya en el populismo creciente. El aumento de estas fuerzas políticas en democracias jóvenes surgidas tras la desintegración de la URSS están siendo cogidas como ejemplos en organizaciones de extrema derecha en democracias consolidadas como el Frente Nacional en Francia, AfD en Alemania, La Lega en Italia o Vox en España”.

Particular «sentido de Estado»

Por todo ello, el PSOE afirma que “en España, es prioritario que el principal partido de la oposición, el Partido Popular, recupere el sentido de Estado para que pueda continuar contribuyendo al desarrollo de la democracia”. Porque, según sus argumentos, “en situaciones de crisis económica, política y social es frecuente que opciones populistas consigan hacerse un espacio a causa de la incertidumbre en las sociedades. Por ello, es más necesario si cabe, la responsabilidad de aquellos políticos con mayor experiencia parlamentaria”.

Por todo ello, el Grupo Parlamentario Socialista presenta esta proposición no de ley: con el fin de forzar al PP a tener que decir ante las Cortes si comparte el texto o no. Y al resto de formaciones a tener que juzgar políticamente al PP y a Vox.

Todo ello con una coletilla final. La de aceptar que pactar con Vox viola los compromisos de la ONU plasmados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Porque se somete a votación el siguiente punto: “La Comisión Mixta de planificación y estrategia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible reafirma su compromiso por el respeto político e institucional y el fortalecimiento de la democracia, y se compromete con el Objetivo de Desarrollo Sostenible nº 16 de Paz, Justicia e Instituciones Sólidas resaltando la importancia de consolidar y fortalecer las Instituciones como parte del Estado de Derecho.»

Lo último en España

Últimas noticias