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El PSOE prepara una campaña de «destrucción de la imagen de Mañueco» para fortalecer a Vox

Preparan las primeras elecciones de 2026 pensando ya en las generales

El PSOE prepara una campaña electoral en Castilla y León de acoso y derribo al presidente de la comunidad, Alfonso Fernández Mañueco. Fuentes socialistas asumen que las posibilidades que tiene el candidato del PSOE, el alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, de gobernar son prácticamente nulas, por lo que su baza en esta campaña pasa por debilitar al PP a través de la figura de Mañueco y, de cara a una posible negociación posterior, que dé mayor fuerza si cabe a Vox.

Conscientes de la fortaleza de Vox en la comunidad castellano y leonesa, en el entorno del presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, aspiran a destrozar la imagen de Mañueco y convertir la campaña en un dilema: «Mañueco, sí, Mañueco, no», para que, al final de la carrera, sea Vox quien pida su cabeza como condición sine qua non para poder apoyar un Gobierno del PP. Con este plan y un Mañueco débil y a merced de Vox, en el PSOE creen que pueden hacer más creíble el escenario de «claudicación permanente del PP ante Vox» y mostrar a sus votantes que «la ultraderecha está más fuerte que nunca y el PP sucumbe a sus exigencias para poder gobernar»

Aseguran desde el PSOE que «la mala gestión de Mañueco ante los incendios este verano» juega en contra de la marca PP y que, a diferencia del anterior presidente popular, Juan Vicente Herrera, Fernández Mañueco no aparece como una persona querida y apreciada para el electorado. Con este cóctel en su hoja de ruta, desde la sede socialista de la madrileña calle Ferraz preparan una campaña muy agresiva y de carácter nominal, para tratar, por otra parte, de contrarrestar la campaña que intuyen que planteará el PP, de carácter nacional, con Pedro Sánchez en el centro del debate y todos los escándalos que salpican a sus familiares y a su partido.

Como muestra de la «debilidad» de la figura de Mañueco, desde el PSOE recuerdan que el presidente «no ganó las elecciones en 2019», unos comicios en los que el más votado fue el socialista Luis Tudanca, empujado posteriormente hasta desistir de su voluntad por seguir liderando al PSOE castellano leonés, por la propia dirección federal socialista, dentro del plan de renovación de candidatos que diseñó el propio Sánchez.

Primeras elecciones 2026

Para el PSOE, las primeras elecciones que inaugurarán el año 2026 son de vital importancia en la estrategia que ha trazado el presidente Sánchez, puesto que cuanto más debilitado salga el PP y más a merced de Vox pueda quedar tras la celebración de los comicios, el eslogan «que viene la ultraderecha» que esgrime la dirección socialista adquirirá mayor grado de credibilidad o, en palabras de un miembro del Gobierno de Sánchez, «hay que visualizar ese escenario dramático, que haga reaccionar a la gente».

En los cálculos del PSOE y de Sánchez, las elecciones de Castilla y León se celebrarán en marzo y en solitario, algo que -entienden en la cúpula socialista- perjudica al PP y permite que el debate sea, en mayor medida, el que persiguen en el PSOE: «Mañueco sí, Mañueco, no». Tan solo les inquieta, según fuentes socialistas, un «adelanto táctico» de las elecciones andaluzas, que sumadas a las de Castilla y León darían un giro mucho más nacional a la campaña. En todo caso, aunque no lo descartan, en el PSOE creen que esta posibilidad «no entra en los planes del presidente de Andalucía, Juanma Moreno», y que Génova y Alberto Núñez Feijóo no se lo van a poder imponer»