España

Prisión para un ex ministro socialista y un ex jefe de la Casa Real por sus gastos opacos

Entre los condenados por la Audiencia Nacional por un delito continuado de apropiación indebida en el caso Bankia se encuentran Rafael Spottorno Díaz, quien fuera presidente de la Fundación Caja Madrid y posterior jefe de la Casa Real con Juan Carlos I, y Virgilio Zapatero, vicepresidente del consejo de administración de Bankia con Rodrigo Rato y ministro de Relaciones con las Cortes durante la presidencia de Felipe González.

Rafael Spottorno Díaz fue jefe de la Casa Real entre septiembre de 2011 y junio de 2014, cuando fue relevado en el inicio del reinado de Felipe VI. Llegó a dicho puesto después de haber sido presidente de la Fundación Caja Madrid entre 2002 y marzo de 2011, teniendo entonces como parte de su retribución una tarjeta black para gastos de libre disposición.

Con dicha tarjeta opaca gastó 223.900 euros, en los que se incluyen 51.000 euros retirados de cajeros, cuotas de gimnasio o 10.000 euros en ropa. Según explicó durante el juicio, dicha tarjeta black se la entregó el director de medios de Caja Madrid. Aseguró que siempre entendió que era parte de su retribución por lo que siempre intentaba agotar el saldo, si bien también tenía otra tarjeta para gastos corrientes de representación.

La Audiencia Nacional ha determinado para él una pena de prisión de dos años y una multa de siete meses pagando una cuota diaria de 20 euros.

Virgilio Zapatero y la «incómoda» tarjeta

Virgilio Zapatero fue vicepresidente de Caja Madrid desde 2010 y posteriormente directivo en la Bankia de Rodrigo Rato hasta mayo de 2012. Por haber realizado en dicho espacio de tiempo un gasto de 35.988 euros con su tarjeta opaca ha recibido una pena de ocho meses de prisión.

Durante el juicio Virgilio Zapatero aseguró que “fui muy austero, como corresponde con el dinero que no es de uno. La tarjeta me incomodó”, justificando que pese a los más de 35.000 euros gastados con su plástico opaco, “mi límite era de 50.000 euros, no gasté ni la mitad”.