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La Policía detectó a CDR camuflados como periodistas para espiar a los agentes de cerca

Policía Nacional y Mossos d’Esquadra detectaron durante las violentas protestas callejeras en Barcelona que entre los periodistas acreditados había personajes que despertaban sospechas. Enfundados en chalecos naranjas, se hacían pasar por periodistas ‘freelance’. La realidad que constataron tras algunas identificaciones es que estaban informando discretamente a los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) de todos los movimientos de los agentes antidisturbios. Llegando incluso a fotografiar sus rostros.

Como si de auténticas unidades de inteligencia se tratase, los CDR infiltraron ‘espías’ más allá de la ‘línea enemiga’ para advertir con antelación de las cargas policiales. Eso es lo que figura en algunos de los informes de operaciones que han entregado unidades de antidisturbios de Mossos y Policía Nacional tras los operativos de las últimas semanas. Y a eso también hacía referencia el ministro Marlaska cuando habló del nivel de organización que ha mostrado la violencia callejera en Cataluña.

Disfrazados de periodistas

Agentes de la Brigada Móvil de los Mossos d’Esquadra, que llevan dos semanas trabajando a destajo en las calles de Barcelona, confiesan a OKDIARIO que se han detectado individuos con chaleco naranja, casco y cámaras fotográficas en lugares reservados exclusivamente a los profesionales de los medios. Algunos incluso fueron identificados.

«Tengo aquí a una persona que no nos quita ojo y está todo el rato con el móvil pendiente de nosotros, dice que es periodista ‘freelance’ ¿qué hacemos con él?». La pregunta la hace un mosso, por radio, minutos antes de una carga en la Plaza Urquinaona de Barcelona, el pasado sábado, según ha podido saber OKDIARIO. «Afiliación y carretera, no perdáis el tiempo» fue la respuesta.

El individuo no llevaba ninguna acreditación y su nombre no constaba en el registro del Colegio de Periodistas de Barcelona. Le pidieron su identificación por si fuera necesaria para posteriores indagaciones y se le dejó ir. Casos similares a éste, dicen, se vivieron durante las dos últimas semanas.

Espiar movimientos

Tanto Mossos como Policía Nacional tiene claro que la misión de estos radicales era «espiar a los agentes antidisturbios». Acercarse lo suficiente para escuchar instrucciones, órdenes de radio, preparativos previos a una carga, movimientos y refuerzos de unidades, contabilizar efectivos… Lo que en el terreno bélico se denomina ‘inteligencia’.

Además, dicen, algunos de esos sospechosos ‘periodistas’, equipados con cámaras, se mostraban «muy interesados en fotografiar números de identificación» que los agentes llevan a sus espaldas. También trataban de tomar imágenes de los antidisturbios cuando estos tenían un momento de descanso y se quitaban el casco o levantaban la pantalla dejando el rostro al descubierto. «Hay compañeros que saben de cámaras y lo decían, la cámara que lleva ése no es de un profesional», aseguran fuentes de los Mossos a OKDIARIO.

Esa sensación de ‘infiltración’ se extendió incluso entre los periodistas. Algunos de los que cubrieron con asiduidad las protestas aseguran que vieron a «gente rara» que nadie del gremio conocía. Una camarógrafa relata a OKDIARIO que durante la toma de imágenes de los disturbios en una de las manifestaciones vio a una persona de marcada estética punk entre los alborotadores. A los pocos días, el 19 de octubre recuerda, volvió a ver a la misma persona. Pero esta vez vestido de forma más discreta y en la zona de periodistas. Llevaba un chaleco naranja.