España
TRASVASE TAJO-SEGURA

El plan de Sánchez para el trasvase Tajo-Segura pone en peligro 400.000 empleos

Los planes del Gobierno de Pedro Sánchez para reducir el trasvase de agua del Tajo al Segura que abastece al levante español pone en peligro la viabilidad de más de 106.000 empleos directos y más de 300.000 indirectos. «El levante, sin trasvase, desierto y paro» es uno de los eslóganes que utilizan en sus múltiples manifestaciones los beneficiarios del agua.

Según denuncia el Gobierno murciano, cuya comunidad es de las más afectadas junto con Valencia y Andalucía, las pretensiones del ministerio de Transición Ecológica suponen un riesgo para la agricultura de la zona, que aporta al Producto Interior Bruto (PIB) alrededor de 3.000 millones de euros.

El departamento que encabeza Teresa Ribera planea modificar las reglas de explotación del trasvase, recogidas en la llamada Ley del Memorándum, disminuyendo el volumen a desembalsar con la excusa de que así garantizarán una mayor «estabilidad».

Para los murcianos esta decisión, que supondrá una disminución de unos 13 hectómetros cúbicos al año está «poco justificada» y se ha tomado de forma «extemporánea» porque, apuntan, la modificación debería analizarse con el nuevo plan de cuenca que se está redactando en estos momentos y que verá la luz en pocas semanas.

El problema del Tajo 

El problema que tiene el Tajo es que aguas al sur de Aranjuez su calidad empeora debido a la cantidad de agua contaminada que se vierte en su caudal por parte de los municipios que no cuentan con estaciones depuradoras de aguas residuales o cuyo funcionamiento es deficiente.

El ministerio considera que la solución idónea para acabar con este problema es incrementar el volumen de agua por el río para diluir la contaminación, lo que conllevaría que hubiera menos agua almacenada en la cabecera y, por lo tanto, menos agua para enviar al Segura.

El Gobierno de Murcia defiende que el problema del Tajo podría abordarse con soluciones alternativas que no pusieran en peligro el abastecimiento de agua de la conocida como ‘huerta de Europa’ (Alicante, Murcia y Almería), que cosecha el 70 % de las verduras y el 25% de las frutas que exporta España.

Entre ellas proponen actuar en origen eliminando la contaminación mediante la inversión en depuración, tal y como hizo Murcia con el río Segura, donde se depura o se regenera más del 99% del agua y de ese agua el 98% se reutiliza para regadío. Una operación por la que el río se recuperó tan rápido que mereció el reconocimiento internacional.

Además, defienden que fomentar la restauración ambiental real del río Tajo, recuperando su morfología y su bosque de ribera, ayudaría a mejorar su estado ecológico.

El Ejecutivo encabezado por Fernando López Miras argumenta que el problema del trasvase Tajo-Segura es un «problema de Estado» y que el Gobierno debe elaborar un plan hidrológico nacional para conseguir una distribución del agua por toda España.

En este sentido se pregunta porqué «todo el mundo» entiende que la energía eléctrica, los hidrocarburos o el gas debe llegar a todos los rincones de España y nadie se plantea dónde se producen o qué infraestructuras son necesarias llevar a cabo para distribuirlos hasta llegar al pueblo más recóndito ni el coste que eso tiene y, en cambio, no ocurre lo mismo con el agua.