España
Investidura Pedro Sánchez

Podemos insiste en los cargos sin mirar «el programa» del PSOE

Tras una reunión de cuatro horas y media entre los equipos negociadores del PSOE y Podemos, las posiciones continuan igual de alejadas que hasta ahora y nada parece indicar que se puedan acercar antes del 23 de septiembre.

  • Joan Guirado | Congreso de los Diputados

Salvo sorpresa de última hora, España celebrará el próximo 10 de noviembre las segundas elecciones en menos de un año. El reencuentro de los equipos negociadores del PSOE y Podemos, tras un mes sin reunirse, no ha ido bien. Así se lo han trasladado, al término de la reunión, las representantes del PSOE al presidente en funciones Pedro Sánchez en una llamada que ha demorado las declaraciones de la vicesecretaria, Adriana Lastra.

El encuentro, uno de los más largos que se han producido durante las negociaciones, ha durado cerca de cuatro horas y media. Pero no se ha avanzado ni un milímetro en todo ese lapso de tiempo. Nadie ha dado su brazo a torcer hasta que, al final, la reunión se ha disuelto por la hora. Y es que ni unos ni otros querían ser los primeros en levantarse de la mesa.

Los socialistas hablaban de propuestas y los morados de equipos. El PSOE quería cerrar un acuerdo de legislatura, con la participación de Podemos en cargos institucionales, y los de Pablo Iglesias querían firmar un gobierno de coalición con sus propios ministros. «En una negociación no pueden haber ni vencedores ni vencidos» repetía al término del encuentro Adriana Lastra, parafraseando palabras de Sánchez.

Tras un mes y 10 días sin hablar, ambas formaciones, lo fían todo a que uno u otro ceda a lo largo de los próximos diecinueve días. Podemos dice que se emplazan a volverse a ver, mientras en el PSOE rebajan esas expectativas a un intercambio de papeles. Fuentes de la formación morada, consultadas por OKDIARIO, reconocían al final del encuentro que «ha ido peor de lo que nos esperábamos».

Si antes del 23 de septiembre todo sigue igual, las Cortes se disolverán y empezará una larga precampaña electoral en la que, como hasta ahora, los reproches serán constantes e incluso más subidos de tono. Hasta ese día, como defienden en el Partido Socialista, Pedro Sánchez «no tiene ninguna obligación» ya que «no es candidato». Incluso podría no serlo, si el Rey Felipe Vl no le encarga de nuevo que se someta al debate de investidura.

El encargo del jefe del Estado depende de la capacidad de Sánchez de atraer los apoyos necesarios para lograr que su investidura salga adelante, algo difícil a día de hoy. A lo largo de la próxima semana debería encontrarse con Pablo Iglesias y Pablo Casado, pero ni esas reuniones están confirmadas. «Por cortesía», por eso, fuentes cercanas al presidente en funciones aseguran que les llamará para verse.