España

El partido fascista Vlaams Belang fue el único aliado de Puigdemont en la manifestación de Bruselas

Al final tendrá razón Pablo Iglesias cuando afirma que «los independentistas han contribuido a despertar el fascismo». Lo ha conseguido Carles Puigdemont en Bruselas, donde cientos de activistas de la extrema derecha flamenca más racista y homófoba se manifestaron el jueves junto al ex presidente de la Generalitat huido de la Justicia.

«Tenéis miedo de un juez belga y tenéis miedo de las urnas, porque sois unos franquistas. Tenéis miedo a la democracia», proclamó desde la tribuna el ex conseller de Salud Antoni Comín. Lo dijo rodeado de miembros del partido de extrema derecha flamenco Vlaams Belang encabezados por su presidente, Tom Van Grieken.

«Inmigratie Stop», se puede leer en el perfil de Twitter de Van Grieken, quien ha colgado un vídeo mostrando la pancarta de 20 metros metros que su partido desplegó en Bruselas como símbolo de la alianza entre los independentistas catalanes y la extrema derecha flamenca. En un extremo la estelada y en el otro el león de Flandes sobre fondo amarillo, emblema de los nacionalistas flamencos, con el lema: «Free Catalonia».

Vlaams Belang comparte grupo en el Parlamento europeo con la Liga Norte italiana (otro club de ricos que quieren independizarse de los «perezosos» del sur), el Partido de la Libertad de Austria y el Frente Nacional francés de Jean-Marie Le Pen. El populismo y el odio a los inmigrantes es la argamasa que une a estos cuatro partidos. Hasta 2014 también formaba parte de este selecto club Alessandra Mussolini, nieta del dictador italiano.

Ahora el Vlaams Belang busca un perfil mucho más moderado, aunque se muestra partidario de expulsar de Bélgica a los inmigrantes sin papeles y a los que no aprendan el neerlandés.

Theo Francken es otro xenófobo que, en 2016, fue multado con 4.000 euros diarios por negarse a dar asilo político a una familia siria que había huido de Alepo con dos hijos de cinco y ocho años. En octubre de 2014, Theo Francken  se había dejado fotografiar en la fiesta del 90 cumpleaños de Bob Maes, antiguo miembro de las Juventudes Nacional Socialistas de Flandes, que al concluir la Segunda Guerra Mundial fue procesado por colaborar con los nazis.

La manifestación de Bruselas también contó con una nutrida participación del Moviment Identitari Català (MIC), la quintaesencia del supremacismo catalán que mantiene excelentes relaciones con toda la extrema derecha europea.