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El País Vasco excluye el español en sus ayudas en Cultura: «Sólo se subvenciona la versión en euskera»

La norma excluye las subvenciones a las funciones en español si hay otras en vasco

La orden de la consejería de Cultura prevé un gasto máximo de 825.000 euros

El Gobierno del País Vasco de Imanol Pradales discrimina al español en sus ayudas económicas para las obras culturales. El Ejecutivo de coalición entre el PNV y el PSOE otorgará un impulso económico para el «fomento de las artes escénicas» pero lo acota a la lengua vasca. «Para un mismo espectáculo con versión en euskera y castellano, sólo será subvencionable la versión en euskera», puede leerse en la orden firmada por la vicepresidenta primera del Gobierno y consejera de Cultura y Política Lingüística, Ibone Bengoetxea.

El departamento de Cultura y Política Lingüística ha publicado este lunes en el Boletín Oficial del País Vasco la orden por la que se «regula y convoca la concesión de subvenciones, en el ejercicio 2025, a programas destinados al fomento de las artes escénicas». Las ayudas están destinadas a impulsar el teatro, la danza y el circo del próximo año.

En primer lugar, se establece una serie de ayudas para «la formación permanente de profesionales de las artes escénicas». Esto engloba actividades como cursos, talleres de formación y laboratorios de investigación. Se otorgarán más puntos, es decir, habrá más posibilidades para que le entreguen la subvención, cuantas más horas lectivas en vasco o euskera ofrezcan sus clases. También otorgará más valoración si utilizan la lengua cooficial en la «comunicación y difusión» del curso.

De igual modo, también influirá positivamente el uso del vasco para las subvenciones de los «proyectos de promoción de las artes escénicas», tanto en el desarrollo del proyecto como en la comunicación y su difusión.

Por otro lado, se prevén ayudas para que los ayuntamientos pongan en marcha la «exhibición de las artes escénicas en la calle». En ese sentido, establecen una subvención máxima del 40% del caché de un artista, pero llegará hasta el «45% en el caso de que el espectáculo sea en euskera». El gasto máximo para los actos será de 3.000 euros, pero se ampliará hasta 3.200 euros «en el caso de que el espectáculo» sea en lengua vasca. Es en este punto donde se incide que «en el caso de que se realicen varias funciones de un mismo espectáculo con versión en euskera y castellano, sólo será subvencionable la versión en euskera».

También se establece otra línea de ayudas para la danza. Y en caso de que el espectáculo esté disponible en ambos idiomas, se limitarán el pago solamente a las funciones en vasco. «En el caso de que en un teatro se realicen varias funciones de un mismo espectáculo en diferentes versiones, se subvencionará el espectáculo realizado en euskera», puede leerse en la orden de la consejería.

Para todas las actividades culturales que tendrán lugar en el próximo año, la norma prevé un gasto máximo de 825.000 euros. Ese presupuesto se dividirá de la siguiente forma:

Extracto de la orden que regula las subvenciones.

Convertir el euskera en «lengua de trabajo»

El Gobierno autonómico también programó un gasto de más de 640.000 euros en cursos de formación en vasco para todos sus funcionarios. El objetivo de esas clases era desplazar al castellano y convertir «al euskera en lengua de trabajo» de las Administraciones Públicas de la autonomía.

Concretamente, el Ejecutivo de la comunidad publicó una licitación que solicitaba el diseño e impartición de «cursos básicos de formación lingüística para capacitar al personal de las administraciones vascas con la finalidad de que el euskera sea lengua de trabajo y servicio» de los funcionarios en la autonomía.

El Gobierno defendía que su Instituto Vasco de Administración Pública cuenta con competencias para fomentar el «impulso a la normalización del uso del vasco en la Administración». También justificaba este curso en que el Ejecutivo autonómico tiene competencia para la «organización y evaluación de la capacitación lingüística del personal al servicio de las Administraciones Públicas».

Y entre las directrices marcadas por el Gobierno vasco estaba la de «incrementar» los cursos de euskera «en los próximos años» para «potenciar su uso». Y aunque admitía que existe el nivel de competencia lingüística «más alto de la historia en la Administración», reconocían que no sólo pretendían enseñar la lengua cooficial, sino que perseguían el «uso real del euskera».