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Page envía pacientes en cuarentena por Covid de un hospital a una residencia de ancianos

El Gobierno de Emiliano García-Page ha desviado pacientes en cuarentena por Covid del Hospital Virgen del Prado de Talavera a la residencia de igual nombre -Virgen del Prado de Talavera de la Reina (Toledo)-. La decisión ha sido adoptada por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha que, ante la saturación hospitalaria que sufre la sanidad de la comunidad autónoma socialista, ha decidido usar una planta de la residencia de mayores para atender pacientes que, habían sido dados de alta por coronavirus, pero que siguen en cuarentena y, por lo tanto, no pueden volver a sus domicilios particulares.

El Servicio de Salud de Page ha optado por la residencia por ser de titularidad pública y porque dispone de una planta en la que ya se encuentran tres pacientes positivos del propio centro. Los tres pacientes de la residencia sufren la enfermedad pero con carácter asintomático.

La reacción de los sindicatos ha sido inmediata. La Federación de Servicios Públicos (FeSP) de UGT ha hecho pública su preocupación, especialmente, porque en el momento de adoptar la decisión la residencia en cuestión era una de las pocas de toda la comunidad autónoma en las que no se había dado comienzo aún al proceso de vacunación.

CSIF, por su parte, ha sido más rotundo. El sindicato mayoritario de la función pública ha destacado su “total rechazo y desacuerdo con la decisión de trasladar pacientes positivos de Covid del Hospital a la Residencia de Mayores de Talavera de la Reina, donde reside la población más vulnerable al virus y con la tasa de mortalidad más alta, ya que esta decisión ni es acertada ni responde a ningún criterio sanitario”.

Desde CSIF apuntan que “tanto los residentes como los trabajadores del centro siguen sin ser vacunados”. Que “no se cumple el protocolo de realización de pruebas PCR” al personal ausentado durante 7 ó más días. Y que “no se suministra el material de protección necesario a los trabajadores (en algunos colectivos tan sólo una mascarilla FFP2 a la semana)”. CSIF añade que denuncia “esta incomprensible decisión tomada sin tener en cuenta a la parte social, y seguiremos pendientes de su evolución”.

Escándalos en los hospitales

No se trata del primer escándalo en Castilla-La Mancha relacionado con el trato a los pacientes en pura pandemia.

Hace poco más de una semana, los profesionales del centro Hospital Virgen de la Salud de Toledo comenzaron a recibir el mismo mensaje: “La calefacción se ha roto definitivamente”. Todo ello en el peor escenario posible, con una ola de frío que no se conocía en décadas y siendo golpeados por el Covid.

Los mensajes que hizo públicos OKDIARIO no dudaban en pedir a los pacientes que acudieran “con ropa de abrigo”. Recomendaban tener “las persianas bajadas” para evitar el frío extremo y pedían a los enfermos que se pusieran sus prendas más cálidas “si es que tienen” porque la carestía había llegado incluso a las mantas.

Se trataba de todo un repertorio culminado por goteras, cortes de calefacción, etc. Y todo ello centrado en plena borrasca Filomena y en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo en Castilla-La Mancha.

Las imágenes que mostró este diario eran impactantes. La borrasca había provocado el colapso del sistema de climatización de este centro sanitario de referencia en la comunidad autónoma que preside el socialista Emiliano García-Page.

Sin mantas

A esto se añadió, efectivamente, que no había mantas para todos los ingresados, lo que obligó a los familiares a tener que ir a sus casas a buscarlas y regresar para poder abrigar a sus allegados.

‘Marea Blanca Castilla-La Mancha’ denunció la “dejadez de las administraciones” tras las últimas incidencias que dejaron a gran parte del Hospital Virgen de la Salud de Toledo sin calefacción y con goteras.
Las temperaturas extremas que se registraron durante aquellos días en la ciudad de Toledo habían afectado a las tuberías de climatización de diversas zonas del hospital.

Hay que recordar que estos problemas llegaron tres meses después de que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, alardease públicamente de haber restablecido la inversión sanitaria en esta región gracias al nuevo Hospital Universitario.

El pasado 20 de octubre, el presidente de Castilla-La Mancha presentó en Toledo la “operación más compleja” de la historia de la comunidad autónoma en el ámbito sanitario, que además “supone una inversión descomunal desde el punto de vista económico, y desde el punto de vista de la energía. E incluso desde el punto de vista jurídico y urbanístico”, tal y como él mismo puntualizó. Una inversión que, según él, venía a solventar los problemas observados con el Covid.

Fue el propio jefe del Ejecutivo regional, en el Palacio de Fuensalida, durante la presentación del Plan de Traslado del Hospital Universitario de Toledo, el que lo calificó de una “operación delicadísima, verdaderamente difícil y compleja”. Un plan que el Gobierno de Castilla-La Mancha pensaba llevar a cabo “prudentemente, paso a paso”, explicó García-Page. Para ello, “hay más de 60 especialistas, ahora mismo, implicados en la planificación, programación y gestión de este traslado”, precisó el presidente autonómico, porque, añadió, se trata de “una operación de meticulosa preparación y de altísimo riesgo”.

El plan se suponía que estaba diseñado para garantizar la calidad asistencial en la prestación de servicios a los usuarios del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) durante el período en el que se prolongara la pandemia, y ello había “requerido meses de estudio técnico y científico”, subrayó Page.