España
Crisis del coronavirus

Otro acoso vecinal a trabajadoras de un supermercado: «Buscaros otra casa durante la pandemia»

Nuevo caso de acoso a un grupo de trabajadoras de un supermercado con motivo del coronavirus. En este caso ha ocurrido en Pamplona, donde una comunidad de vecinos ha puesto un cartel contra unas empleadas en el que se pide que «busquen alojamiento el tiempo que dure la pandemia» porque son «un foco de contagio importante».

Así lo ha denunciado la Policía Foral de Navarra en las redes sociales, que se encuentra investigando está acción por un posible delito leve de coacciones. La denuncia ya ha sido interpuesta en la Oficina Virtual de la policía autonómica. El mensaje de este cartel reza lo siguiente: «Tenemos conocimiento de que en varios pisos de esta comunidad (1º, 5º y 6º piso) viven mujeres que trabajan en supermercado y/o gran superficie. Pedimos a dichas personas que utilicen las zonas comunes lo menos posible o busquen alojamiento el tiempo que dure la pandemia, ya que sois un foco de contagio importante y tenemos familias que cuidar. No queremos correr riesgos. Gracias».

Otra amenaza

No es el primer ataque que se produce en los últimos días contra este colectivo. Este lunes, una cajera de un supermercado de Murcia se encontró con una nota bajo la puerta de su vivienda en la que sus vecinos le pedían «por el bien de todos» que se busque otra vivienda por el COVID-19. «Hemos visto que trabajas en un supermercado y aquí viven muchas personas. No queremos más riesgos», señalaba esta nota.

«Trabajo en un supermercado, y estoy muy orgullosa de decirlo, porque estamos ayudando a muchas personas aún poniéndonos nosotros en riesgo», afirmó Miriam, esta trabajadora, en declaraciones a OKDIARIO para denunciar este acto de cobardía. Reveló también que su hijo de 10 años fue el que recogió esta amenaza y que no pudo evitar las lágrimas.

«Estaba haciendo cosas en casa, y mi hijo, cuando ha pasado por el pasillo al lado de la puerta que da a la calle, se ha encontrado una nota. Me parece un poco cobarde dejarla debajo de la puerta de mi casa. Y que la coja mi hijo, con 10 años, que la lea, y que mi hijo se tenga que poner a llorar pensando que nos van a echar de la casa porque su madre trabaja en un supermercado», denunció Miriam.