España
HIPOCRESÍA 'PROGRE'

Las otras portadas ‘semiporno’ de Interviú que retratan al ‘feminista’ Maraña

Así como Pedro Sánchez combate el cambio climático contaminando el planeta a bordo del Falcon, un Super Puma y un Audi A8 sólo para viajar a Extremadura, hubo una vez que el feminista Jesús Maraña luchaba contra el machismo y el heteropatriarcado sacando mujeres desnudas en la portada de Interviú y persiguiendo robados de artistas y famosas.

Como máximo responsable de esa publicación entre 1999 y 2002, Maraña consiguió grandes conquistas feministas como sacar desnuda a Ana Obregón a lo American Beauty, número con el que Interviú celebró su 25 aniversario por todo lo alto en 1999 0 el robado de la matador de toros Cristina Sánchez en 2001, por el que la revista fue demandada por atentar contra el honor, intimidad y vida privada de Sánchez, juicio que acabó ganando la torera.

Otros de los logros de este periodista leonés de 61 años fue publicar unos posados para un catálogo de ropa interior de la ex Miss España, Helen Lindes, cuando estaba haciendo sus primeros pinitos como modelo. Según cuenta Divinity, el fotógrafo se guardó los negativos de la sesión y, cuando Helen saltó a la fama, se las vendió a Interviú, una jugarreta de Maraña que también acabó en los tribunales.

Maraña también se lució publicando unas fotos de la ex concursante de Gran Hermano Ana Iglesias Redondo, Ania, que fueron tomadas años antes de que saltara a la fama en el conocido concurso de televisión. Hasta cuatro intromisiones en el derecho a la propia imagen estimó el juez que había incurrido Interviú cuando publicó las fotos de Ania. Este mismo juez de Barcelona condenó a Interviú a indemnizar a la ex concursante con la suma de dinero más elevada que durante el año 2000 haya abonado en concepto de honorarios por un reportaje con desnudos.

Otro revolcón que el paladín del feminismo se llevó en los tribunales fue el topless robado de Carmina Ordóñez en una piscina de Tánger. El Tribunal Supremo confirmó en 2009 una sentencia que condenó a Interviú y a Ediciones Zeta a pagar 30.000 euros de indemnización a los herederos de Ordóñez por considerar que las fotografías vulneraron el derecho a la propia imagen de La Divina  y que constituyeron una intromisión ilegítima al haber sido tomadas en un lugar privado.