España

La mortalidad de los contagiados crece un 30% en pleno avance de las nuevas cepas

Un informe de Sanidad establece que la variante británica del Covid «implica un mayor riesgo de transmisión, lo que podría condicionar un aumento de la incidencia de casos»

Mientras el Gobierno sigue con sus mensajes de tranquilidad y afirmando que las comunidades autónomas tienen en su mano herramientas suficientes para frenar al covid, la entrada de las nuevas variantes del virus sigue dejando huella. Y en esta ocasión, la más preocupante de todas. Las dos semanas de explosión de las nuevas variantes de coronavirus en España se han visto acompañadas de un incremento de la mortalidad de los contagiados.

Si en la primera quincena de enero la tasa de muertos en porcentaje del número de casos diagnosticados alcanzó el 0,92%, las dos semanas siguientes vieron incrementar ese dato hasta el 1,20%. En resumen, en ese periodo, en el que la inmensa mayoría de países han alertado del peligro de las nuevas cepas, España ha visto crecer la mortalidad de sus enfermos por Covid en un 30,43%.

El dato de aumento de la tasa de muertos por contagiados es, curiosamente, similar al anunciado por el primer ministro británico, Boris Johnson, el pasado 22 de enero para la cepa británica: un 30%. Johnson señaló aquel viernes que la nueva cepa identificada en Reino Unido, y detectada ya en varias comunidades autónomas españolas, podría incrementar la mortalidad según «las primeras evidencias científicas». En concreto, señalaba, hasta un 30%.

Cepa británica

La afirmación de Johnson disparó la preocupación sobre la propagación de esta nueva variante de Covid, que se extiende sin control por España. Hasta ese momento, las evidencias habían sugerido que la cepa era más transmisible, pero no se había relacionado con un incremento de la mortalidad. Pese a ese aviso, en España, el mensaje oficial no ha variado.

El anuncio de Johnson se produjo, además, justo cuando el Ministerio de Sanidad acababa de publicar un informe en el que aseguraba que la variante británica del Covid tenía un mayor riesgo de transmisión, pero las personas contagiadas «no tienen mayor riesgo de padecer una enfermedad grave» ni afecta a la inmunidad natural ni eficacia de las vacunas.

El dato del aumento de la tasa de letalidad no es una prueba definitiva del aumento de la mortalidad en la población contagiada. Pero sí debería haber llevado a una cautela, especialmente a la vista de que Reino Unido y sus investigadores coinciden en el avance de la letalidad.

Hasta el momento, el informe de Sanidad titulado ‘Circulación de VOC 202012/01 (B.1.1.7) y otras variantes de SARS-CoV-2 de interés para la salud pública en España’ afirma que la variante británica del Covid «implica un mayor riesgo de transmisión, lo que podría condicionar un aumento de la incidencia de casos» de coronavirus y, aunque «el impacto sobre la presión asistencial este momento se considera bajo, podría llegar a ocasionar un mayor número de ingresos de forma proporcional al aumento de la incidencia».

Además, Sanidad avisa en ese documento de que «el riesgo de nuevas introducciones y diseminación se considera muy alto». Pero «con la información disponible en este momento, el riesgo de reinfecciones por esta variante así como la reducción de la efectividad vacunal se considera bajo».

Seguimiento de las nuevas cepas

La falta de atención a las nuevas cepas vuelve a convertirse en protagonista en España. La UE, de hecho, acaba de exigir justo lo contrario de lo que ha hecho España hasta hace escasas semanas: le ha pedido que mantenga una atención y seguimiento constante de las nuevas cepas. La Comisión Europea ha exigido a los estados miembros el «ensayo y secuenciación del genoma». Para ello, «los Estados miembros deberían actualizar sus estrategias de pruebas de detección para tener en cuenta las nuevas variantes y ampliar el uso de pruebas rápidas de antígenos», reclama la UE.

Es más, Europa destaca que «los estados miembros deberían aumentar urgentemente la secuenciación del genoma al menos al 5% -y, preferiblemente, al 10%- de los resultados positivos de las pruebas. En la actualidad, muchos estados miembros están efectuando pruebas en menos del 1% de las muestras, lo cual no es suficiente para identificar la progresión de las variantes o detectar otras nuevas».

Todo ello, por supuesto, por la enorme preocupación existente en la UE por las variantes del coronavirus: justo el mensaje contrario al lanzado hace dos semanas por el director del Centro de Alertas del Gobierno de España, Fernando Simón, quien devaluó la gravedad de las variantes del virus detectadas en las variantes británica, brasileña y sudafricana del Covid. Simón afirmó entonces que el avance de esas cepas era «marginal». Una semana después, el portavoz científico de Pedro Sánchez tuvo que corregir diametralmente su versión y reconocer que alguna de estas cepas llegará a ser «mayoritaria», justo el criterio contrario.