España
Crisis del coronavirus

El Ministerio podemita de Empleo hará test privados a sus empleados mientras Sánchez los niega a la Policía

Sólo entre un 5% y un 10% de los agentes del cuerpo policial ha podido contar con la prueba necesaria para certificar o no su contagio

Coronavirus: última hora del Covid-19 y la desescalada, en directo

La Administración española parece tener prioridades. Mientras los sanitarios, policías, funcionarios de prisiones, etc. han tenido que mendigar durante la crisis del coronavirus que les realizaran test y les dieran mascarillas; mientras el principal sindicato de funcionarios -CSIF- ha tenido que poner pie en pared para que se aseguraran las medidas mínimas de protección frente al coronavirus en la desescalada; mientras todo eso pasaba, el Ministerio de Empleo de la comunista Yolanda Díaz ha contratado test privados para los empleados del Servicio Público de Empleo por valor de 125.000 euros.

El contrato ha sido recogido en el BOE. Y allí se especifica el «Anuncio de formalización de contratos de: Dirección General del Servicio Público de Empleo Estatal». El objeto es claro: la «contratación de emergencia del servicio de realización de análisis para la detección de infección por coronavirus. Expediente: PE 1/20».

El «adjudicador: 1.1) Nombre: Dirección General del Servicio Público de Empleo Estatal». El «Número de identificación fiscal: Q2819009H». La localidad «Madrid. Provincia: Madrid». Y la «Descripción de la licitación: Contratación de emergencia del servicio de realización de análisis para la detección de infección por coronavirus (CPV:85000000)».
El «Número de ofertas recibidas: 1» y el «Adjudicatario: QUIRÓN PREVENCIÓN SLU». Todo ello por un «valor de la oferta seleccionada: 125.000,00 euros».

BOE del22 de abril de 2020 donde aparece la adjudicación de los test privados.

Más protección

Los test, de este modo, empiezan a llegar. Pero es llamativo que lleguen por barrios. Y es que los Consejos Generales de Colegios Oficiales de Dentistas, de Enfermería, de Farmacéuticos, de Fisioterapeutas, de Médicos, de Podólogos y de Veterinarios de España han tenido que encararse personalmente en las últimas semanas con el Gobierno para reclamar medios de protección y test.

Todas esas instituciones han advertido, además, al Gobierno del peligro que implica iniciar esta desescalada del estado de alarma sin hacer test masivos la población.

Lo mismo puede decirse del trato recibido por la Policía y Guardia Civil, donde cerca de 15.000 agentes de ambos cuerpos están o han estado confinados en sus casas por síntomas de coronavirus, según fuentes policiales.

Si ese dato es ya sangrante, ante el evidente abandono que sufren por la falta de mascarillas, guantes y demás medidas de protección que siguen sin llegar de forma generalizada a ambos cuerpos, aún lo es más saber que sólo entre un 5% y un 10% de los miembros de la Policía Nacional ha podido contar con el test necesario para certificar o no su contagio, según confirman las mismas fuentes.

La Policía ha avisado durante toda la crisis del coronavirus de la situación de indefensión que ha sufrido y sigue sufriendo frente a la enfermedad por culpa de la falta de test y, mascarillas y guantes. La Guardia Civil exactamente igual: ha tenido que operar sin las mínimas medidas de protección frente al coronavirus.

Contagios reales

Las mismas fuentes han reiterado que ni tan siquiera pueden saber cuántos de esos casos se corresponden en realidad con positivos en coronavirus «porque no nos han hecho los test, con lo que no podemos certificar los casos totales de contagio real». Hasta hace dos semanas, tan sólo sabían en la Policía Nacional que menos de 300 han sido habían sido confirmados como positivos.

«Se ha tomado la decisión de mandar a sus casas confinados a todos los que tienen los síntomas. Porque, en caso contrario, el riesgo de contagio es aún más grave», insisten las mismas fuentes.

Y exactamente la misma situación han vivido, por ejemplo, los funcionarios de prisiones, que han tenido que alzar ya la voz al no realizarse test en las cárceles y no saber nadie el grado de contagio que puede haber dentro de los centros penitenciarios.