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CAMBIOS EN LA POLICÍA NACIONAL

Marlaska completa la renovación de la cúpula de la Policía Judicial tras la purga de Pérez de los Cobos

Rafael Pérez Pérez es el nuevo responsable de la Comisaría General de Policía Judicial en sustitución de Eloy Quirós.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha completado en apenas un mes, en pleno verano, la renovación de la cúpula de la Policía Judicial en la Guardia Civil y en la Policía Nacional. Los cambios se han producido tras el terremoto que supuso en el departamento, en mayo, el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos, como jefe de la Comandancia de Madrid, aunque fuentes de Interior desligan ambas cuestiones. Pérez de los Cobos se negó a ceder a las presiones internas de sus superiores para desvelar la investigación judicial del 8-M, por la que fue imputado el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco.

Este lunes, el ministro Marlaska ha nombrado al Comisario Principal, Rafael Pérez Pérez, nuevo responsable de la Comisaría General de Policía Judicial. Sustituye a Eloy Quirós, que se ha jubilado este verano. A mediados de agosto, el ministro nombró, también, a Ángel Alonso Miranda, nuevo responsable de la Policía Judicial en la Guardia Civil. Alonso Miranda fue ascendido a General de División después de las dimisiones en cadena que se produjeron en la cúpula de la Benemérita tras el cese de Pérez de los Cobos.

Rafael Pérez era, hasta hoy, secretario general de la Comisaría General de Policía Judicial. De facto, ha sido el jefe de esta unidad desde que el pasado 8 de agosto se jubiló Eloy Quirós.

El nuevo Comisario General de Policía Judicial es licenciado en Derecho y especialista en tráfico de estupefacientes y blanqueo de capitales, pero, sobre todo, experto en Ciberdelincuencia, uno de los retos actuales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Lleva 40 años en la Policía. Desde 2017 es Comisario Principal. Ahora, como máximo responsable de la Policía Judicial, estará al mando de unidades tan sensibles como la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal), la UDEV (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) o la UDYCO (Unidad de Drogas y Crimen Organizado.

Fuentes de Interior consideran que el ministro Marlaska ha confiado plenamente para este delicado nombramiento en el director general de la Policía, Francisco Pardo. Fuentes de la propia Policía Judicial alaban el nombramiento («muy bueno», dicen) y hablan del nuevo Comisario General como alguien «muy profesional».

Guardia Civil

La purga del coronel Pérez de los Cobos ha dejado una herida abierta en el ministerio del Interior porque dejó en evidencia el intento de control político de los agentes destinados a las investigaciones judiciales y que tienen obligación de guardar secreto. La propia orden de cese firmada por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, afirmaba que el cese se producía por «pérdida de confianza al no informar del desarrollo de investigaciones y actuaciones de la Guardia Civil en el marco operativo y de Policía Judicial, con fines de conocimiento». Una confesión en toda regla de la razón real.

La orden fue filtrada a la prensa. El escándalo político salpicó al propio ministro Marlaska que en el Congreso y en el Senado había afirmado rotundamente que ni él, «ni nadie del Ministerio del Interior, ni de la Dirección General de la Guardia Civil» habían pedido al coronel Pérez de los Cobos «el informe sobre el 8-M» y que «no se interesó por su contenido».

A mediados de agosto, Fernando Grande-Marlaska nombró al general de División, Ángel Alonso Miranda, al frente del Mando de la Jefatura de Policía Judicial. Era la culminación de una renovación en la Policía Judicial de la Guardia Civil que estaba pendiente desde febrero (tras la destitución de Manuel Llamas) pero que ha venido marcada por las dimisiones en cadena que se produjeron en mayo tras la purga de Pérez de los Cobos.

La primera de aquellas dimisiones fue la del propio Director Adjunto Operativo, Laurentino Ceña. Varios mandos de la Guardia Civil, a los que por graduación les hubiera correspondido sustituirle, renunciaron. En una nueva polémica, el ministro Marlaska y la ministra de Defensa, Margarita Robles, se vieron obligados a saltarse el escalafón y ascender, entre otros, de manera «express» al jefe del Servicio de Información, Pablo Salas, para nombrarlo nuevo DAO.

Ángel Alonso Miranda -el nuevo jefe de la Policía Judicial- fue también ascendido, entonces, de general de Brigada a general de División. Venía de dirigir el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), el organismo del ministerio del Interior que coordina a los servicios de información.

Terremoto interno

La última víctima colateral del caso Pérez de los Cobos se sitúa en el entorno más próximo al ministro Fernando Grande-Marlaska. La semana pasada, su jefa de Gabinete, Rocío García Romero, fue destituida de su cargo. Interior adujo, oficialmente, razones personales y trató de situar el cese en una petición de la interesada por razones familiares. Aparentemente, cierto, pero no del todo. Fuentes de Interior confirman que la relación de Marlaska con su jefa de Gabinete estaba «absolutamente rota» desde el cese del coronel. Rocío García Romero había mostrado su oposición.

Desde entonces, varias fuentes de Interior confirman a OKDIARIO que la relación «laboral» de Marlaska con su jefa de Gabinete era «insoportable», que ella no pudo más y que pidió irse. Quienes la vieron en el ministerio, a la vuelta del verano, pocos días antes de su cese, quedaron impresionados por su aspecto demacrado.

Marlaska aún no ha nombrado sustituto. El tema lo lleva personalmente él. Fuentes oficiales de Interior señalan que «el nombramiento está decidido a falta de unos flecos». Fuentes oficiosas hablan de «alguien del mundo judicial, pero que no es juez».

Este lunes, el ministro también ha nombrado a Agustín Alonso-Carriazo López, como subdirector general de Recursos Humanos y Formación. De facto, el número tres de la Policía Nacional. Sustituye a Pilar Allúe, que ha sido enviada como consejera de Interior a la embajada de España en Roma. Allúe fue, durante el estado de la alarma, una de las caras habituales en las ruedas de prensa diarias que se realizaron en Moncloa para informar de los aspectos técnicos de todo el operativo.