España
MANIFESTACIÓN

Marlaska blinda Ferraz: envía 400 antidisturbios y aumenta el cordón policial para controlar las protestas

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, protege Ferraz de la protesta contra Sánchez

Ocho grupos de antidisturbios acuden a la manifestación para dar refuerzo policial

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha blindado la sede del PSOE en la calle Ferraz para controlar las protestas contra Pedro Sánchez. Interior ha movilizado a 400 agentes de diferentes Comunidades Autónomas de España para dar apoyo a los antidisturbios del operativo. Además, fuentes policiales consultadas por OKDIARIO, aseguran que el cordón policial para controlar las protestas ha aumentado 100 metros, impidiendo así el acceso a los manifestantes.

Por orden de Marlaska, la Policía está ejerciendo un fuerte control sobre las protestas espontáneas contra la ley de la amnistía que Sánchez está negociando con los separatistas para su investidura. Este lunes, tres grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) custodiaron Ferraz. Cada grupo está formado por 50 agentes aunque no suelen estar completos por bajas.

Este martes, el operativo se ha ampliado, movilizando incluso a policías del resto de España para que presten apoyo a los grupos desplegados. Fuentes policiales aseguran a OKDIARIO que en Ferraz hay ocho grupos de UIP, es decir, se ha triplicado el número de agentes respecto al día anterior. Así, los grupos podrán controlar el perímetro de seguridad que corta varias calles aledañas a la sede del PSOE.

Operativo mal diseñado

Fuentes policiales consultadas por OKDIARIO también aseguran que el operativo de la UIP del lunes estuvo mal diseñado. Por ejemplo, señalan que la colocación de las vallas era incorrecta. Si bien las vallas de contención estaban dispuestas en línea, estas debían ser colocadas en zig zag para dar una mayor seguridad.

La respuesta policial comenzó a las 21:30 horas, cuando los policías lanzaron gases lacrimógenos, pelotas de goma y botes de humo contra los manifestantes de las protestas. La carga se extendió más allá de Ferraz, por la calle Marqués de Urquijo y de la Princesa, donde comenzaron a dispersarse a los manifestantes.

Los agentes recibieron órdenes de utilizar gases lacrimógenos contra los manifestantes. Se trata de una intervención poco corriente en manifestaciones, de hecho, muchos antidisturbios aseguran no haber lanzado este tipo de gases en el ejercicio de su trabajo. La noche se saldó con tres detenidos por desobediencia y atentado contra la autoridad. La Delegación de Gobierno en Madrid cifró en 4.000 personas las que tuvieron que ser disueltas por la Policía.