España
'Caso Begoña Gómez'

La directora de Moncloa al servicio de Begoña Gómez, imputada por corrupción y tráfico de influencias

Se investiga a Cristina Álvarez por un delito de tráfico de influencias y otro de corrupción en los negocios

El juez Juan Carlos Peinado ha imputado a Cristina Álvarez, la directora de Moncloa que trabajó para Begoña Gómez, por un delito de tráfico de influencias y otro de corrupción en los negocios, los mismos delitos por los que está investigada la mujer del presidente del Gobierno. El magistrado pide el registro de las llamadas de Álvarez, que está llamada a declarar el próximo 28 de febrero.

El juez Peinado ha reclamado el registro completo de llamadas, tanto realizadas como recibidas, por Cristina Álvarez desde su nombramiento hasta el día de hoy, en lo que respecta a su número personal y a teléfonos que se encuentren vinculados a la Universidad Complutense y al empresario Juan Carlos Barrabés, investigado en el mismo procedimiento judicial. También pide las llamadas entre la directora de Programas de la Presidencia del Gobierno y teléfonos vinculados a Indra, Google, Manpower, IE Africa Center, Fundación Caixa, Telefónica o cualquier otra empresa que haya ejercido de patrocinador de los masters o cátedras en los que participó Begoña Gómez.

Cristina Álvarez, secretaria personal de Begoña Gómez a la que Moncloa asignó una categoría profesional de «directora de Programas», correspondiente a un nivel 26, y un sueldo de 49.000 euros brutos, ya declaró el 20 de diciembre de 2024, en calidad de testigo, y volverá a sentarse el 28 de febrero de 2025 como imputada en el caso Begoña Gómez.

En su declaración como testigo, la directora de Moncloa al servicio de Begoña Gómez admitió que ejercía labores para actividades privadas de la mujer de Pedro Sánchez. «No me puedo acordar en seis años de todos los actos y eventos… hemos hecho más de 100», llegó a responder Cristina Álvarez, lo que denota su dedicación plena a las actividades de Begoña.

Entre esos asuntos, Cristina Álvarez se encargó de las actividades de Begoña Gómez en la Universidad Complutense de Madrid. Para ello utilizaba incluso la cuenta de correo de Presidencia y a través de ella llegó a instar a Reale, uno de los patronos de la cátedra, a que siguiera financiándola. Según explicó, la mujer de Pedro Sánchez se lo pidió como un «favor» y ella hizo las gestiones porque es su «amiga». En su declaración, Álvarez insistió en que no recuerda todos los correos o la agenda de Gómez o las reuniones profesionales a las que pudo haber acudido. Sobre su relación con Juan Carlos Barrabés, la directora de Moncloa aseguró saber quién es, pero no recordaba si coincidieron en algún evento.

La relación de Cristina Álvarez con Begoña

Cristina Álvarez, directora de Moncloa adscrita a la Secretaría de Presidencia dedicada a gestionar los negocios privados de Begoña Gómez, trabajó con la mujer del presidente del Gobierno y con el propio Pedro Sánchez en la consultora Inmark, una empresa de trabajo temporal que crea empleos basura. Álvarez dejó la consultora en 2018 y el matrimonio se la llevó a trabajar en Moncloa en julio de ese mismo año, nombrándola directora de programas con un sueldo público de 49.000 euros brutos. Desde Moncloa se ha dedicado a promover la cátedra de Begoña Gómez, lo que le ha llevado a ser objeto de investigación judicial.

Álvarez y Begoña Gómez ficharon por dos escuelas de negocios privadas tras su paso por Inmark. La asesora de la mujer del presidente del Gobierno se hizo con la dirección comercial, de marketing y comunicación del Instituto de Directivos de Empresa (IDE-CESEM) y Gómez llegó a las oficinas del Instituto de Empresa (IE) para dirigir el África Center. Los dos centros se encargan de poner en marcha estudios para empresarios de alto nivel que llegan a pagar cantidades muy generosas por los másteres que ofrecen.