El juez Peinado en su charla: «Fui actor en la obra ‘El Cartero del Rey’ y generó envidia»
El magistrado evoca su pasado artístico durante un evento contra el acoso escolar
El instructor del 'caso Begoña Gómez' establece paralelismos entre el teatro y la justicia

- Fernán González @fernangonzalez
- Jefe de Investigación y Tribunales. En OKDIARIO desde 2015. Periodismo y Economía. ([email protected]).
-
- Actualizado:
En una inesperada confesión personal durante unas jornadas contra el acoso escolar, el juez Juan Carlos Peinado sorprendió al auditorio revelando su desconocida faceta como actor en su juventud y cómo esta experiencia le permitió entender desde una perspectiva única tanto el fenómeno del bullying como el funcionamiento del sistema judicial.
El magistrado que acapara los focos cada vez que sale de su juzgado en Plaza de Castilla por instruir el caso más mediático del momento ha desvelado su lado más humano. Detrás del juez que habitualmente viste traje gris y corbata y que no habla a la prensa se esconde un apasionado por las artes escénicas que siempre lleva libros encima. Está cerca de la jubilación y gusta de acudir a eventos culturales donde cultivar aún más su amplia cultura.
«La mayor parte de los aquí presentes no habían nacido cuando yo representé el personaje de Amal en la obra de Rabindranath Tagore, El cartero del Rey», comentó el magistrado. Se trata de un autor bengalí que relata la historia de un niño huérfano, que es adoptado y a quien su médico ha prohibido salir a la calle. Un día descubre que han situado una oficina de correos frente a su casa, lo que despierta su imaginación: su gran sueño es recibir una carta del rey.
Peinado estableció una conexión inesperada entre aquella experiencia artística y el fenómeno del acoso: «A lo mejor eso provocó un sentimiento, el sentimiento de envidia. Y eso dio lugar a que a uno le surgiera la apetencia o la necesidad de convertirme a mí en una víctima».
Durante su intervención, Peinado describió un fenómeno social que denominó «la ley de la cuadrilla», un código de silencio que opera en determinados entornos y que dificulta la denuncia de situaciones de acoso. «La madre de uno de los presuntos agresores reprochó a la mamá de Jokin Ceberio el haber roto la ley de la cuadrilla al denunciar la tortura que sufría su hijo», explicó el magistrado, refiriéndose al conocido caso del adolescente que se suicidó tras sufrir acoso escolar.
Esta «ley de la cuadrilla» representa, según explicó, «una ley que se superpone y anula, al parecer, al sentido común o a la ley misma como norma que asegura la convivencia civilizada». El juez destacó cómo estos códigos no escritos a menudo prevalecen sobre las leyes formales, creando espacios de impunidad.
Marco jurídico
En su análisis jurídico del bullying, el juez Peinado aportó una perspectiva novedosa al vincularlo con el delito de stalking: «El bullying realmente no es más que lo que hoy en día es el delito del stalking. ¿Quién es la persona que lleva a cabo comportamientos de asechanza, hostigamiento, persecución, por las razones que sean, de cualquier índole?».
Esta comparación ofrece un marco legal específico para combatir el acoso escolar desde el ámbito judicial, aunque el magistrado insistió en la importancia de la prevención sobre la acción punitiva. No obstante, ha recordado que él fue el autor de la primera sentencia judicial que impuso una indemnización a una administración pública –a la Junta de Castilla-La Macha– por un caso de acoso escolar.
El juez Peinado introdujo un concepto técnico del derecho penal para explicar ciertos mecanismos del acoso: la autoría mediata. «Recuerdo cuando yo explicaba Derecho penal en algunas universidades la figura de la autoría mediata, que se ponía como ejemplo la utilización del dóberman amaestrado», explicó.
Esta figura jurídica permite comprender cómo, en ocasiones, quienes promueven el acoso no son los ejecutores directos, sino quienes manipulan a terceros para llevar a cabo las agresiones, manteniendo ellos mismos una apariencia de no implicación.
Contra la cultura del «héroe»
El juez Peinado conectó entre la cultura del «héroe» y el bullying: «La sociedad fomenta el mito, fomenta al héroe, tristemente, porque a veces eso lleva aparejado una compensación económica de naturaleza absolutamente desorbitada». Esta reflexión vincula la idealización social de figuras exitosas, especialmente en ámbitos como el deporte, con la búsqueda de protagonismo y dominación que subyace en muchas conductas de acoso escolar.
«Es cierto que tenemos un papel desagradable. Nos toca ir casi siempre con un traje oscuro. A mí me gustaría mucho más ir en deportivas», añadió, humanizando la figura del juez y desafiando los estereotipos sobre la judicatura.
La intervención del juez Peinado concluyó con un llamamiento a la responsabilidad colectiva frente al acoso escolar, destacando especialmente la importancia de quienes, desde posiciones de autoridad, tienen «la obligación de garantizar que no se lleven a cabo conductas» de acoso. Sus reflexiones despertaron un largo aplauso del público presente en el teatro madrileño Fernando Fernán Gómez.
Lo último en España
-
Puigdemont y Otegi se comprometen en Waterloo a trabajar «por los derechos» de País Vasco y Cataluña
-
La Universidad de Valencia canceló las clases el día de la DANA gracias a los avisos de la Generalitat
-
Madrid amplía el abono transportes gratuito hasta los 14 años y para los mayores de 65
-
La agresión múltiple en el CETI de Ceuta queda en multa: «Lo enviarán a la península y problema resuelto»
-
Melilla irá a los tribunales si recibe más menas que Cataluña: «Sánchez lo traga todo»
Últimas noticias
-
Woltemade quiebra a una España Sub-21 que suspende el gran examen antes del Europeo
-
Puigdemont y Otegi se comprometen en Waterloo a trabajar «por los derechos» de País Vasco y Cataluña
-
Bonoloto: Comprobar el resultado del sorteo de hoy, martes 25 de marzo de 2025
-
Trump desclasifica los archivos sobre su supuesta vinculación con Rusia durante la campaña de 2016
-
La Universidad de Valencia canceló las clases el día de la DANA gracias a los avisos de la Generalitat