España
Yihadismo

Los jueces detectan un aumento de españolas conversas que quieren regresar de la guerra de Siria

La Audiencia Nacional ha detectado un aumento de solicitudes de mujeres españolas –o nacionalizadas en España– que viajaron para combatir en la guerra de Siria y ahora quieren regresar.

«Cada vez hay más mujeres españolas o de origen magrebí nacionalizadas españolas que quieren regresar de la guerra de Siria», así de contundente se ha mostrado un magistrado de la Audiencia Nacional -experto en terrorismo yihadista- tras detectar un aumento de solicitudes para volver a España desde países de Oriente Próximo.

Salieron de Europa para unirse a la yihad –que implica la guerra santa del islam– y ahora quieren regresar. Muchas aspiran a volver porque sus maridos han fallecido en el campo de batalla y otras, porque están arrepentidas o desengañadas con el califato del ISIS -las siglas en inglés del Estado Islámico-.

Cerca de 700 mujeres y 1.500 niños europeos se encuentran, actualmente, en esta situación: quieren que sus respectivos países autoricen su entrada desde la república árabe y les proporcionen amparo. Un escenario que ha generado ciertas complicaciones jurídicas ya que dichos casos se circunscriben en un «limbo» legal y judicial. Motivo por el que los jueces de la Audiencia Nacional debaten ahora sobre el futuro de las mismas.

Grupo terrorista

De entre todas ellas, aproximadamente una veintena serían españolas o con permiso de residencia en España según fuentes de la Unidad Central Operativa Antiterrorista (UCOA).

Estado Islámico se estima manejó 3.000 millones de euros. (Foto: AFP)

Una vez que los magistrados determinen si sus solicitudes de repatriación deben ser atendidas -y en caso de que la decisión resulte afirmativa- todas ellas pasarán a disposición judicial, tras pisar suelo español. La Audiencia Nacional tendrá entonces que iniciar el correspondiente procedimiento para resolver si deben ser procesadas por pertenencia a grupo terrorista u organización criminal, en base al preceptivo informe previo de la Fiscalía.

Ante tal perspectiva todas ellas se debaten entre regresar a su país o continuar en Siria, una nación desolada por un conflicto bélico que se prolonga ya en ocho años.

Con el fin de eludir la prisión y durante los trámites burocráticos que implican sus solicitudes de repatriación -que habitualmente cursan a través de familiares en España- aseguran haberse  ido «engañadas por sus maridos» o manifestar su absoluto desconocimiento sobre «los planes» que sus parejas tenían preparados para ellas en Siria. E, incluso, en algunos casos afirman haber ignorado, en todo momento, a qué destino viajaban y, por descontado, que el fin último sería unirse al califato del Estado Islámico.

Las autoridades judiciales son cautelosas. España teme repatriar a estas nacionales -o nacionalizadas- ya que en el caso de que no se puedan aportar pruebas suficientes para juzgarlas por pertenencia a grupo terrorista, podrían quedar en libertad, y la mayoría de ellas están radicalizadas.

Una incertidumbre que España comparte con otros países de nuestro entorno con «nacionalizados» huidos a Siria. Y razón por la que, por ejemplo, Holanda ha propuesto al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas la creación de un tribunal internacional específico para asumir el enjuiciamiento de los terrorista y miembros del Estado Islámico. Una iniciativa que será técnicamente abordada, el próximo otoño.