Dimisión del general Villarroya

El JEMAD se vacunó antes de visitar las bases españolas en Mali donde se habían producido contagios

En abril se repatrió desde Mali a un centenar de militares por el riesgo de coronavirus y se han registrado varios brotes más de la enfermedad.

Dimite el JEMAD tras la polémica por vacunarse: «Hay que preservar la imagen de las Fuerzas Armadas»

JEMAD
El JEMAD a su llegada al Cuartel General de Bamako (Mali).

Al ya ex Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general del Aire Miguel Ángel Villarroya Vilalta, le vacunaron contra el COVID-19 justo antes de viajar en visita oficial a una base española en Bamako (Mali). Fue hace exactamente dos semanas. Allí mantuvo varios encuentros de trabajo y asistió a la toma de mando del general de brigada español Fernando Gracia como nuevo jefe de la misión de la Unión Europea en el país africano. También visitó la base de Koulikoro. En ambas instalaciones se han registrado varios brotes del virus desde el inicio de la pandemia.

Villarroya renunció el pasado sábado a su cargo después de ser acusado de haberse saltado los protocolos para recibir la vacuna de forma anticipada. Sin embargo, un documento del propio Ministerio de Defensa, dirigido por Margarita Robles, abría la puerta a que la cadena de mando y otros militares se vacunasen en caso de que fuesen a ser desplegados en el extranjero o «que tengan un mayor riesgo de contagio de  COVID-19 debido a las misiones asignadas». Según entienden en el Estado Mayor, el caso del general Villarroya encajaba perfectamente entre los casos descritos en ese protocolo.

Viaje a Mali

El pasado 11 de enero, una aeronave Falcon 900 del Ejército del Aire (con matricula meral T.18-4) voló desde la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) hasta el aeropuerto internacional Modibo Keita de Bamako, la capital de Mali. Aterrizó a última hora de ese viernes. A bordo iban el ex JEMAD Villarroya, y el jefe del Mano de Operaciones, el teniente general Francisco Braco.

Su visita de dos días tenía como objetivo acudir a la toma de posesión como mando principal de la misión EUTM -Mali del general español García, que desde este año lidera en nombre de España las operaciones para entrenar a las fuerzas armadas locales contra la amenaza del terrorismo islamista en el país africano, especialmente en la zona del desierto del Sahel. Una de las misiones internacionales más importantes de las que tienen en marcha en estos momentos las Fuerzas Armadas españolas. Además, según ha confirmado OKDIARIO, también visitó la base de Koulikoro y el ‘Role 2’, el hospital de campaña en el que operan sanitarios militares españoles.

Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes militares de toda solvencia, el hasta ahora JEMAD fue sometido al primer pinchazo de la vacuna de Pfeizer justo antes de este viaje. Explican que la vacunación se produjo tras comprender que su presencia en zona de operaciones hacía necesaria la aplicación de todos los métodos de inmunización o protección posibles frente al coronavirus. Su acompañante, el general Braco, también figura entre los vacunados.

De hecho, tanto en el cuartel de Bamako como en el campo de entrenamiento de Koulikoro se han registrado durante la pandemia varios brotes de coronavirus significativos. El pasado mes de abril, Defensa tuvo que repatriar a cerca de un centenar de militares por la amenaza del patógeno. En posteriores misiones fueron varios los militares españoles que dieron positivo y tuvieron que ser puestos en cuarentena.


Todos vacunados

Las Fuerzas Armadas comenzaron a vacunar a todos los militares -independientemente de su rango- que tenían previsto ser desplegados en el extranjero justo después de Reyes, coincidiendo con el final de las Navidades. Así, el 8 de enero se inició la vacunación de todo el personal que iba a ser destinado en el buque de asalto anfibio ‘Castilla’ de cara a su misión contra la piratería en el Índico. La bautizada ‘Operación Atalanta’.

Según explican fuentes militares a OKDIARIO, se daba así cumplimiento al protocolo establecido en las Fuerzas Armadas y que quedaría plasmado el día 13 de enero en un documento firmado por el contraalmirante Antonio Cordero Aparicio, director del Gabinete Técnico de la Subsecretaría de Estado de Defensa. Copias de este documento, tal y como figura en el oficio, fueron reenviadas al director del Gabinete de la ministra Robles, al director técnico del Ministerio, al inspector General de Sanidad de la Defensa y al subdirector General de Régimen Interior, así como a los diferentes gabinetes de los Estados Mayores.

Protocolo de vacunación militar remitido al Estado Mayor por Defensa.

Según el documento, la estrategia de vacunación en las Fuerzas Armadas debería seguir «con especial atención a las misiones encomendadas», estableciendo para ella prioridades claras. Y en la primera de esas prioridades señala a aquellos «componentes de los contingentes que vayan a ser desplegados en las diferentes zonas de operaciones» en el extranjero.

Asegura, además, que se debe incluir a la «cadena de mando establecida» y al resto de componentes de las Fuerzas Armadas «que tengan un mayor riesgo de contagio de COVID-19 debido a las misiones asignadas».

En el Estado Mayor de la Defensa, tal y como ha constatado OKDIARIO, se entiende sin lugar a duda que la vacunación del JEMAD y otros altos mandos estaba perfectamente programada y encajaba en el protocolo que se les remitió desde la Subsecretaría de Defensa -que depende en última instancia de Margarita Robles-.

Una «polémica artificial»

El malestar en el Estado Mayor de la Defensa con todo lo ocurrido es patente estos días. Fuentes militares señalan que la polémica en torno a la vacunación del JEMAD es «artificial», ya que en todo momento se cumplió lo estipulado. Creen que hay componentes «políticos» de por medio.

Consideran, además, que la dimisión del JEMAD es una muestra de este malestar y que «en ningún caso debe entenderse como una admisión de responsabilidades» ante una irregularidad.

«A diferencia de lo que se está diciendo, un JEMAD es una pieza clave en la estrategia militar de un país. No es un cargo de despacho, tiene que viajar a las bases españolas desplegadas por todo el mundo», explican aludiendo a su exposición al virus. El pasado mes de diciembre, en vísperas de la Navidad, el general Villarroya visitó a los contingentes españoles en Somalia y Yibuti.

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