IU inicia los trámites para derribar la Cruz de las Descalzas de Aguilar de la Frontera (Córdoba)

El Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera (Córdoba) ha iniciado el expediente para derribar la Cruz de las Descalzas. La alcaldesa de la localidad gobernada por IU, el apéndice de Podemos, Carmen Flores ha tirado de la Ley de Memoria Histórica para derribar el símbolo sagrado.

La historia viene de lejos. Desde el año 2018 fuerzas políticas de izquierdas y sindicatos han puesto en el disparadero la cruz del Convento de las Descalzas. Todos se escudan en que la cruz tiene reminiscencias franquistas, pese a que desde 1980 ya no figura la plaza de homenaje a los caídos.

Podemos inició una más de sus cruzadas contra cualquier símbolo franquista al amparo de Ley de Memoria Histórica, que obliga a retirar todos los símbolos que hacen referencia o recuerden a la dictadura de Francisco Franco.

Ahora se ha sabido que el Consistorio bajo el gobierno de los comunistas de IU han iniciado ya los trámites, el proyecto para la demolición, que se realizará en cuanto se cumplan los plazos administrativos pertinentes. El Servicio Municipal de Obras ya ha iniciado el proyecto para derribar el símbolo religioso.

La cruz se instaló en la plaza del Convento de las Descalzas en 1938 y junto a ella había una lápida de mármol en la que figuraban los nombres de los vecinos de Aguilar de la Frontera que perdieron la vida en la Guerra Civil luchando en el bando nacional. Esa lápida fue retirada en 1980.

De la misma manera que existen partidarios de acabar para siempre con la cruz considerada franquista, durante el pasado fin de semana se han pronunciado cientos de ciudadanos a través de las redes sociales pidiendo que se mantenga, ya que se trata de un símbolo religioso. El único partido que ha reaccionado ante el intento de derribo de la cruz ha sido Vox. De hecho, el pasado sábado, representantes de la formación de Santiago Abascal convocaron un acto en la misma plaza donde está ubicada la cruz para denunciar la actuación de la alcaldesa comunista.

✝️ ¡NO al derribo de la Cruz de las Descalzas en Aguilar de La Frontera!

Los talibanes de la memoria pretenden acabar con la cultura religiosa e histórica de esta localidad.

Desde VOX llevaremos a cabo las acciones necesarias para impedir su retirada.https://t.co/Aw5orCyg6K

— VOX Villarrobledo (@Vox_Villarroble) January 18, 2021

Guerracivilismo de Podemos y PSOE

El caso de Aguilar de la Frontera no es el único en el que socialistas y comunistas piden el derribo de símbolos religiosos. En plena pandemia, cuando el número de muertos por el Covid ascendía de manera vertiginosa, Pedro Sánchez apoyaba el derribo de la Cruz de los Caídos de Cáceres.

Exhumado Franco, el PSOE decidió cargar contra la
Cruz de los Caídos de Cáceres. En esta ciudad, y en la plaza de América, desde hace 82 años, se levanta una gran cruz de 12 metros. Esa cruz, en plena preocupación generalizada del resto de personas por salir del coronavirus y reactivar la economía española, atrajo la atención de un partido valenciano y del Gobierno de Pedro Sánchez.

El partido en cuestión es Compromís. Y la pregunta, trasladada desde el Senado, se dirigió al Gobierno para solicitar el motivo de que no se haya retirado esta cruz de la plaza de América de Cáceres.

El Gobierno de Pedro Sánchez, por su parte, se mostró encantado con la pregunta. Y es que su respuesta señaló lo siguiente: «En relación con la pregunta formulada […] sólo puede dirigirse al Ayuntamiento para recordarle el deber de cumplir con los previsto por el artículo 15 de la Ley 52/2007, de diciembre, ‘Símbolos y monumentos públicos’, para que retire el monumento señalado».

El Gobierno socialcomunista fue a más y destacó en su respuesta que «si el Ayuntamiento de Cáceres no retirase el monumento señalado, el Gobierno requerirá a la Junta de Extremadura para que, en el ejercicio de sus competencias, haga cumplir lo previsto por la ley y adopte las medidas oportunas que se deriven de la no actuación municipal».

El Gobierno, sin embargo, parece olvidar que la Ley de Memoria Histórica sólo ampara el derribo de los monumentos de exaltación al régimen de Franco, no de los que únicamente incluyen simbología religiosa.