España
CRISIS MIGRATORIA

Interior prevé nuevos asaltos en Ceuta y Melilla y ordena reforzar ambas fronteras antes de fin de año

El proyecto arrancará de inmediato, durará dos años y cuenta con un presupuesto de más de 700.00 euros para modernizar 18 kilómetros de frontera

«Alerta antiterrorista» en Ceuta y Melilla tras los intentos de asalto a la valla con tácticas militares

Miles de inmigrantes se acercan a la frontera de Ceuta tras la bronca de Sánchez con Marruecos

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

La presión de los inmigrantes ilegales sobre las fronteras de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y concretamente la crisis sufrida en la playa del Tarajal en su parte ceutí el pasado mes de mayo ha obligado al Ministerio del Interior a prestar más atención a los vallados fronterizos que separan ambas localidades españolas de Marruecos. Ambos pasos fronterizos serán reforzados en el plazo de dos años con unas obras que superarán los 700.000 euros y que demuestran que el Gobierno augura nuevas crisis de asalto a ambas fronteras que en 2021 han recibido ya la entrada de más de 2.500 personas, más incluso que las Islas Baleares con una superficie muchísimo menor.

España se encuentra a menos de 3.000 personas de igualar las cifras de inmigración ilegal del año 2020. Cuando queda apenas un mes para acabar el año la cifra reconocida de inmigrantes ilegales llegados a nuestro país es ya de más de 37.000 personas. El año pasado, la cifra total fue de poco más de 40.000 y los expertos consultados por OKDIARIO aseguran que se igualará con toda probabilidad.

De hecho, esas mismas fuentes explicaban a este diario que la cifra en teoría está ya igualada si se tiene en cuenta el salto masivo de la valla de Ceuta en los días 17 y 18 de mayo de este mismo año. La estimación dice que en aquel salto pasaron más de 10.000 personas hasta el lado español. La cifra llega a 12.000 si la consulta la responden fuentes de la ciudad autónoma. En cualquier caso, cualquiera de las opciones haría saltar por los aires las cifras oficiales, que curiosamente, ya sea a través del Ministerio del Interior o de la web de seguimiento de movimientos de inmigración de la ONU, destacan que “los datos concernientes a Ceuta siguen bajo análisis”.

El Ministerio del Interior asume que lo sucedido en mayo en Ceuta fue fruto de una insuficiente atención a la frontera con Marruecos. Bueno, más bien quien lo reconoce es la propia Guardia Civil y la Policía Nacional, a quienes se cita en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico y que detalla la importancia de la frontera, su vigilancia y, tal vez lo más importante, su mantenimiento.

“Las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla cuentan cada una de ellas con unas instalaciones perimetrales fronterizas de una longitud aproximada de 8,7 y 10 kilómetros respectivamente, conformadas por una doble valla metálica sobre base de hormigón armado y dotadas de diversos sistemas de seguridad conectados a un centro de mando y control. Estas instalaciones perimetrales resultan imprescindibles para el control de la inmigración ilegal hacia dichas ciudades procedente del continente africano a cargo de los servicios operativos de la Dirección General de la Guardia Civil”. En la propia memoria justificativa de los contratos es la Benemérita donde explica la necesidad de tener ambas fronteras en condiciones ante posibles episodios como el de Ceuta.

«Constante presión migratoria»

Pero es que el informe ahonda en la necesidad de que una frontera nacional no sólo esté preparada para prevenir este tipo de hechos, sino también para corregirlos: “La constante presión migratoria que se registra en ambas zonas y los intentos continuados de asalto a la valla perimetral hacen necesario que unas y otras instalaciones se encuentren permanentemente operativas, para lo que es fundamental asegurar un adecuado nivel de mantenimiento tanto de las propias instalaciones de obra civil como de los sistemas y equipamientos incorporados a las mismas. Dicho mantenimiento debe contemplar prestaciones de carácter preventivo así como un importante capítulo de carácter correctivo”.

Por otra parte, la urgencia de los contratos delata la preocupación por parte del Gobierno de que más pronto que tarde se pongan en marcha los medios necesarios para evitar nuevas escenas como la presencia del Ejército en Ceuta ayudando a Guardia Civil y Policía a devolver en caliente a miles de personas a Marruecos en cuestión de horas. La orden para activar las tareas de mantenimiento se firmó en octubre e Interior exige que antes de fin de año estén las ofertas ya sobre la mesa. El tiempo corre y Marruecos no da garantías de que no se produzca otro asalto masivo a las vallas de Ceuta o Melilla.