España
Presos de ETA

Interior acerca al País Vasco al sanguinario etarra ‘Putxe’, al que se le atribuyen 16 asesinatos

Entre los últimos acercamientos de terroristas a cárceles próximas al País Vasco hay uno que sobresale por encima del resto: el del etarra Joseba Borde Gaztelumendi, alias ‘Putxe’. Este histórico asesino de la banda, que desarrolló su carrera criminal encuadrado en el sanguinario ‘Comando Vizcaya’, fue uno de los pistoleros más activos durante los llamados ‘Años de Plomo’. Se le atribuyó la participación en 21 atentados entre 1978 y 1983, con un saldo de 16 víctimas mortales. Sin embargo, sólo se hallaron pruebas suficientes para condenarlo por dos de ellos. Esta misma semana ha ingresado en la cárcel del Dueso (Cantabria), procedente del centro penitenciario de Teixeiro (La Coruña).

Fuentes de la Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias confirman a OKDIARIO que el traslado se ejecutó hace pocos días, y que el etarra Putxe ya duerme en su nueva celda en la prisión de Santoña, a menos de 170 kilómetros de distancia de su familia.

Se trata de uno de los etarras acercados por el Gobierno de Pedro Sánchez que tiene una de las fichas criminales más extensas y sangrientas. Volvió a España en el año 2002, tras ser extraditado desde México. El Gobierno consideró su vuelta como un duro golpe a la banda, ya que era en ese momento uno de los etarras más buscados.

Su actividad criminal se desarrolló al amparo del denominado ‘Comando Vizcaya’, que integró durante algunos de los años más letales. El Ministerio del Interior y las fuerzas policiales le relacionaron con un total de 21 atentados, en los que fallecieron 16 personas -muchos de ellos guardias civiles y militares- y resultaron heridas otras 18. 

El histórico etarra ‘Putxe’ estuvo en activo durante parte de los llamados ‘Años de Plomo’ de la banda-entre 1978 y 1981, con un breve periodo oculto en Francia. Borde participó en el robo de cerca de 8 toneladas de explosivos de un polvorín en Cantabria en el año 1980, un golpe que alimentó la capacidad letal de ETA en los siguientes años con una de sus técnicas favoritas: el coche-bomba.

A Joseba Borde Gaztelumendi se le relaciona, entre otras muertes, con la del teniente coronel del Ejército de Tierra Manuel Romeo en marzo de 1981, la de un policía en Bilbao sólo un mes después, la de un teniente coronel retirado de la Guardia Civil en abril de ese año, el de una patrulla de la Guardia Civil ametrallada cuando caminaban por Lemona (Vizcaya) o con la de cuatro guardias civiles que resultaron heridos cuando varios etarras acribillaron a balazos su vehículo en Bilbao.

También se ha relacionado al etarra con varios artefactos explosivos colocados al paso de vehículos y con otros asesinatos a tiros de más de media docena de agentes de Policía y Guardia Civil cometidos por el ‘Vizcaya’ durante esos años de militancia activa. En total, Interior le vinculaba con esos 16 asesinatos, pero la Audiencia Nacional tan sólo le pudo condenar por los dos en los que encontró pruebas fehacientes.

De esa forma, ‘Putxe’ cumple una condena de 78 años desde 2006 por un atentado con explosivos contra un convoy de vehículos de la Guardia Civil el 14 de mayo de 1981 en Vizcaya, en el que murieron dos agentes.

Las víctimas se hartan de Interior

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha criticado de nuevo la decisión tomada por el Ministerio del Interior de acercar a etarras al considerar que no se les exige la colaboración con la Justicia. «La empatía de nuestro Gobierno se inclina más hacia los asesinos que hacia sus víctimas», ha denunciado la asociación, que ha lamentado el daño causado a las víctimas y alertado de que se están creando «importantes grupos de presos etarras en cárceles del norte de España».

La AVT también ve con preocupación que los acercamientos sean directos al País Vasco. La pasada semana ocurrió con Karmelo Lauzirika Orive, condenado por colocar en 2004 cuatro bombas en tres cafeterías de Castilla y León. Se le ha llevado directamente a la cárcel de Álava.