España
Caso Íñigo Errejón

Errejón ya se vio envuelto en una trifulca en 2018 en un bar proetarra pero no hubo denuncia

El líder y diputado de Más País, Íñigo Errejón, ya se vio envuelto en 2018 en un altercado cuando iba acompañado de otras dos personas en un pub proetarra, emblema del separatismo gallego, en Santiago de Compostela. Sin embargo, en aquella ocasión, y a diferencia de lo ocurrido el pasado 2 de mayo con la presunta agresión a un jubilado de 67 años en Lavapiés -revelada en exclusiva por OKDIARIO-, la otra parte no formalizó denuncia, según la Policía.

En concreto, el citado precedente tuvo lugar hace ahora tres años cuando Errejón se desplazó a Galicia para apadrinar a la última promoción de graduados en Ciencias Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Por la noche, el cofundador de Podemos aprovechó para acudir con dos amigos al pub Avante Galiza, situado en el casco viejo, y decorado con banderas separatistas catalanas y gallegas, de la Alemania comunista y con carteles del colectivo de presos etarras Etxerat.

Errejón iba acompañado de otras dos personas y en un momento dado unos clientes le reconocieron en el interior del local, acercándose a él. Y partir de aquí hay varias versiones sobre lo que ocurrió. Una de ellas apunta a que esos clientes intentaron hacerse una foto con Errejón de muy malos modos, a lo que el entonces dirigente podemita no accedió, y tuvo una airada reacción. Según algunos testigos, el diputado propinó «un pequeño empujón a uno de los jóvenes con el fin de apartarle, algo que no tuvo mayores consecuencias», según informó El Correo Gallego.

También una foto

En este caso, el patrón sería similar a lo ocurrido el pasado 2 de mayo en Lavapiés (Madrid), donde el líder de Más País fue abordado por un conocido vecino del barrio para hacerse un selfie con él, según la denuncia presentada por la presunta víctima. En ella, A.D.C. relata que Errejón rechazó la foto conjunta y le propinó de repente una patada en el abdomen, donde se le agravó la hernia inguinal que sufre a raíz de un cáncer de colon.

Los informes médicos tras la presunta agresión de Errejón al vecino de Lavapiés.

En rueda de prensa este martes en el Congreso de los Diputados y a pregunta de OKDIARIO, Errejón negó «absolutamente» la supuesta agresión a este vecino y manifestó que «a mí me piden fotos con mucha frecuencia, casi siempre con muy buen ánimo y me las hago siempre, otras con no muy buen ánimo». «En esos casos -prosiguió- me las suelo hacer y cuando estimo que la situación es un poco incómoda no me las hago», añadió Errejón, subrayando que quienes le pidieron la foto aquella noche, la presunta víctima A.D.C. y un acompañante, «comenzaron a gritar, a insultarme».

Móvil destrozado

En relación al incidente en Santiago de Compostela en 2018, otra versión señala que Íñigo Errejón fue increpado por una pareja de ideología nacionalista al grito de «españolista». En todo caso, según testigos presenciales, se produjo una discusión a gritos. Al percatarse de que le grababan, el ex diputado de Podemos se marchó corriendo, seguido de sus dos amigos.

Según indicaron entonces fuentes policiales a OKDIARIO, al cabo del rato regresaron los dos sujetos, ya sin Errejón, que se enzarzaron en una bronca con la pareja. Al parecer, querían que la chica borrara una supuesta grabación de la pelea. En medio de un forcejeo, incluso intentaron arrebatarle el teléfono móvil, tirándoselo al suelo.

Hasta el lugar se desplazó la Policía Local, a la que la pareja relató que los acompañantes de Íñigo Errejón les «agredieron» y les intentaron quitar el móvil, que acabó destrozado al impactar contra el suelo. Los agentes levantaron acta de lo sucedido e indicaron a estos clientes que si querían interponer denuncia debían acudir a comisaría. Algo que finalmente no se produjo.

Por contra, en el reciente caso de Lavapiés, la presunta víctima sí siguió las indicaciones de la Policía Nacional y formalizó una denuncia. Los investigadores han visionado dos cámaras del Ayuntamiento de Madrid que sitúan a Errejón en el lugar de los hechos en una actitud agresiva, si bien el momento de la supuesta agresión no fue captado al no entrar en el perímetro de las cámaras.