España

El Gobierno navarro retira la Cruz Laureada de San Fernando de la fachada del Palacio de Navarra

Este lunes, 26 de septiembre, comenzarán los trabajos para la retirada de la Cruz Laureada de San Fernando situada en la fachada del Palacio de Navarra en la avenida de San Ignacio.

La consejera de Relaciones Ciudadanas e Institucionales del Gobierno foral, Ana Ollo, explicó esta semana que «la actuación responde a un acuerdo adoptado por el Gobierno el pasado 29 de junio que contempla, como primera opción, la retirada del grupo escultórico y, en el caso de que no fuera técnicamente posible sin dañar de forma importante la escultura, tapar de la misma la cruz laureada».

Cuando se inicien los trabajos y se analice de qué manera la retirada puede afectarla, se tomará una decisión definitiva al respecto.

El director general de Paz y Convivencia, Álvaro Baráibar, señaló que la intervención se acompaña de la instalación de varios paneles informativos con el objetivo de que la ciudadanía pueda conocer en qué consiste la actuación, cuál es el fin de la misma, qué dice la ley al respecto y cuál es el programa de retirada de simbología, de democratización del espacio público, en el que se inscribe esta actuación.

Antecedentes

La Cruz Laureada de San Fernando fue concedida a Navarra en 1937 por el dictador Francisco Franco y colocada en su escudo como homenaje y reconocimiento a los voluntarios navarros que le apoyaron en el golpe militar de 1936 y a lo largo de la Guerra Civil. En 1951 se colocó en el frontón del Palacio de Navarra, en la fachada de la avenida San Ignacio, un conjunto escultórico de Fructuoso Orduna modificando el tímpano original, que contenía un sencillo óculo.

En dicha escultura se representa el escudo de Navarra oficial durante el franquismo con la Cruz Laureada entre dos personajes masculinos con atuendo clásico. La intervención pretende devolver el frontón a su estado original.

Se cumple así la Ley Foral de Símbolos y la Ley Foral de Memoria Histórica, que establecen la retirada y sustitución de la simbología propia del régimen franquista, para lo que el Gobierno, en el ejercicio de sus competencias, debe tomar medidas oportunas, según ha informado el Gobierno foral.