España
Crisis del coronavirus

Gobierno y ERC descolocan el tablero político con un pacto para el estado de alarma que Torra rechaza

Desde JXCat rechazan un acuerdo sobre temas que dependen del Govern sin que una parte de la coalición independentista lo supiera

Sánchez cede ante los separatistas: pacta con ERC la sexta prórroga del estado de alarma

Las relaciones estaban tan tocadas que pocos se jugaban un euro por que el Gobierno y Esquerra Republicana (ERC) pudieran pactar el apoyo a la sexta prórroga del estado de alarma. La noticia ha pillado por sorpresa a todos, especialmente a la formación de Quim Torra, quien rechaza que hayan tratado asuntos que conciernen a su Govern sin que él supiera nada. El acuerdo ha descolocado el tablero político nacional y catalán en una nueva maniobra de la geometría variable de Moncloa.

ERC ha cerrado este sábado un pacto con el Gobierno para abstenerse en la votación de este miércoles en el Congreso de los Diputados de la sexta prórroga del estado de alarma, después de que el Ejecutivo haya aceptado que la Generalitat gestione los fondos europeos de reconstrucción para hacer frente a la pandemia, explican fuentes republicanas.

El pacto es fruto de conversaciones entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el vicepresidente del Govern y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès y será sometido este lunes a la comisión permanente del partido.

«A pesar de no incluirse explícitamente en el acuerdo, el Gobierno español ya ha expresado públicamente su voluntad de volver a reunir la mesa de negociación con el Govern», destacan desde ERC sobre el acuerdo, en referencia a unos de los requisitos que puso el partido para apoyar la alarma en anteriores declaraciones.

Agua fría en Cs y Junts

El anuncio del acuerdo ha caído como un jarro de agua fría en las sedes de Ciudadanos y Junts per Catalunya. También en el Palau de la Generalitat. Los naranjas no entienden la deslealtad del Gobierno y JXCat y el president Quim Torra que hayan acordado temas que dependen del Govern sin que una de las partes de la coalición independentista lo supiera.

En Junts el acuerdo preocupa por la proximidad con las elecciones catalanas. Como muy tarde se celebrarán a finales de año. En septiembre el Tribunal Supremo tiene previsto inhabilitar al jefe del Ejecutivo catalán. Ese escenario electoral enciende las alarmas en el partido de Quim Torra y Carles Puigdemont ante un posible nuevo tripartito de izquierdas que les deje fuera del Govern. Desde JXCat rechazan un acuerdo que califican de «patético» ya que no incluye «ninguna concreción».

Texto del acuerdo del Gobierno y ERC para la votación de la prórroga del estado de alarma

En la formación de Inés Arrimadas la preocupación llega por volver a ser irrelevantes en la gobernabilidad. Fuentes de Ciudadanos consultadas por OKDIARIO consideran que «hemos hecho un esfuerzo muy importante sin grandes cesiones a cambio» para facilitar dos prorrogas que, volviendo a la residualidad, les puede provocar «un fuerte coste y desgaste electoral».

Objetivo: los Presupuestos

El objetivo principal de la coalición socialcomunista es pactar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) cuanto antes. A ser posible antes de la inhabilitación de Quim Torra. Es decir, tras el verano, escenificar una firma entre los socios preferentes del Gabinete de Pedro Sánchez que permita a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presentar las cuentas públicas generales en el Congreso de los Diputados.

Si los separatistas mantienen su respaldo al Ejecutivo, a cambio de más cesiones, Moncloa ve posible sacar adelante los PGE del 2021. Serán unos presupuestos muy sociales, de reconstrucción, con una fuerte inversión en Sanidad y prestaciones públicas. También estimulará la construcción y algunos de los sectores estratégicos como el turismo. La duda está en si Bruselas exigirá a cambio del fondo de reconstrucción europeo medidas de contención del gasto. Lo que vienen siendo ajustes. De momento dicen que no, pero nadie se lo cree.

Si se llega a ese escenario, el acercamiento a ERC puede no ser suficiente. Podemos difícilmente podrá asumir unos recortes contra los que han luchado siempre. Ante una eventual situación similar el PSOE se deberá replantear cómo sacar adelante las cuentas. Las tensiones entre miembros del Ejecutivo volverán a producirse constantemente.

Mesa de negociación en pie

Una de las exigencias de Esquerra Republicana para no romper el diálogo y los puentes con el Gobierno es mantener viva la mesa de negociación del referéndum separatista. Se constituyó días antes de la declaración del estado de alarma y durante este periodo no se ha podido reunir ninguna vez.

Quim Torra en la mesa de negociación con Pedro Sánchez en La Moncloa. (Foto: EFE)

Tras el primer encuentro, celebrado en el Palacio de La Moncloa, el Ejecutivo ya busca una fecha de consenso en la agenda del presidente Pedro Sánchez para volverse a ver en el mes de julio. Seguramente será ya la última reunión. Con el mes de agosto inhábil políticamente y la inhabilitación de Torra en septiembre para la coalición es vital hacer un gesto con ERC reuniendo la mesa por esas fechas.

Ese órgano fue uno de los acuerdos que permitieron a ERC votar a favor de la investidura de Sánchez el pasado mes de enero pese a tener en contra a gran parte del independentismo. En la mesa han depositado muchas esperanzas de cara a alcanzar una solución política al conflicto catalán.

Adelanto electoral

Por su parte, la consejera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, antes de conocer el acuerdo entre ERC y el Ejecutivo ha defendido que adelantar las elecciones catalanas no es la única salida de la Legislatura del Govern de Quim Torra.

Hace falta un gobierno fuerte y concentrado para gestionar la crisis del coronavirus, empezando por pensar ya en los Presupuestos 2021, ha señalado Budó en La Vanguardia. Añade que «eso no podría hacerlo un Govern en funciones por una convocatoria electoral», y además Torra ya ha dicho que no tiene ninguna voluntad de hacerlo.

Sobre el hecho de que uno de esos escenarios sea investir presidente a otro diputado de JxCat, insiste en que estudiarán «todas las opciones que la ley permita, no solo las elecciones», hasta que se agote la legislatura, en diciembre de 2021.

Puigdemont «imprescindible»

En cuanto al futuro de JxCat y el papel de Carles Puigdemont, Budó le atribuye el de conducir el futuro de la formación como espacio político: «Hay muchos liderazgos, pero el suyo es indiscutible. Yo, Meritxell Budó, creo que tiene que estar al frente». «JxCat decidirá quién encabeza la lista y él decidirá cuál tiene que ser su rol, pero su liderazgo es imprescindible», insiste, y añade que la definición de JxCat interrumpida por la pandemia debería cerrarse en pocos meses.

Por otra parte, Budó ha enfatizado la petición de recuperar las competencias al Govern retiradas en la pandemia, ya que quedan pendientes las de salud, antes incluso que volver a convocar la mesa de diálogo Gobierno-Generalitat, aunque «cuando sea el momento se tendrá que convocar».

Sobre que ERC sí insista ahora en la mesa, ha dicho que devolver las competencias al Govern sería ahora la mejor muestra de predisposición a trabajar conjuntamente, pero «es evidente que el conflicto político sigue existiendo y que se tendrá que afrontar desde el diálogo», defendiendo además la figura de un mediador.

Sobre el diálogo con el Gobierno sobre la crisis del coronavirus, afirma que habrá que coordinarse para la reparación de los daños económicos y un rescate social: cree que el marco deberá ser bilateral, aunque matiza: «Aún así, mientras el mecanismo ha sido el de las conferencias, tampoco no lo hemos rehuido».