La fundación que canaliza las ayudas de Sánchez a Rabat incluye el Sáhara como parte de Marruecos
El mapa de proyectos no refleja la línea divisoria entre el territorio marroquí y el saharaui
El Sáhara ya pertenece a Marruecos en el mapa del Ministerio de Exteriores español
El Sáhara ya pertenece a Marruecos en el mapa del Ministerio de Exteriores español
El Gobierno de Pedro Sánchez ha regado durante toda la legislatura con decenas de millones de euros en ayudas a Marruecos. Muchas de ellas destinadas a cubrir gastos operativos de seguridad en la frontera con Ceuta y Melilla, una partida que en los últimos cuatro años ha alcanzado los 122 millones de euros. Estas ayudas se canalizan a través de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), un organismo presidido por la vicepresidenta Primera del Gobierno, Nadia Calviño, que en su mapa de proyectos ya incorpora el Sáhara Occidental como territorio integrado en Marruecos. Algo similar a lo que hizo Exteriores en 2022, tras la cesión de Pedro Sánchez sobre la posición del Sáhara, pero que luego tuvo que rectificar.
No hay línea divisoria que marque la frontera entre el Sáhara Occidental y Marruecos, o que al menos muestre que se trata de una frontera en disputa, tal y como lo está actualmente. En el mapa que recoge todos los proyectos a nivel mundial de la FIIAPP, el Sáhara como país no existe.
Una de las líneas de crédito más significativas de la FIIAPP es la que tiene que ver con la financiación de la seguridad en fronteras, posiblemente el aspecto más complejo de la relación entre España y Marruecos. Desde 2019, Sánchez ha entregado alrededor de 30 millones anuales para cubrir gastos de la Gendarmería marroquí. Desde todoterrenos de alta gama hasta dietas para los agentes (una de las partidas de gasto más cuantiosas). Las ayudas se designan como «despliegues de operativos de vigilancia de fronteras, en el ámbito de la Cooperación Policial internacional».
«Todo eso tiene un presupuesto y unos gastos necesarios y precisos y obedece a eso y no obedece a ninguna otra circunstancia concreta, sino que es consecuencia palmaria de la cooperación y coordinación necesaria y precisa, lo mismo que acontece en los distintos programas que vienen desarrollados en le marco de la UE y no sólo en la lucha contra la inmigración ilegal, sino contra las organizaciones criminales, contra el terrorismo en la zona del Sahel», defendió en 2021 el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, cuando se cuestionaron las ayudas millonarias con destino a Rabat en plena crisis diplomática por el salto masivo a Ceuta.
La línea de actuación más reciente de la FIIAPP en Marruecos es el proyecto denominado MigraSafe, entre cuyos objetivos se encuentra «apoyar la migración segura, ordenada y regular a través de la promoción de vías de acceso legales hacia la UE». Una iniciativa que se va a desarrollar hasta 2024 en ocho países africanos: «Marruecos, Senegal, Cabo Verde, Túnez, Egipto, Ghana, Nigeria y Etiopía».
El año pasado, la Agencia Española de Cooperación Internacional, dependiente del Ministerio de Exteriores, fue protagonista de una polémica similar al difuminar la línea divisora de Marruecos y el Sáhara Occidental. La situación provocó protestas y el organismo tuvo que rectificar tiempo después, incluyendo una línea pautada entre ambos territorios.
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