La Fiscalía rechaza investigar a Ábalos por su encuentro con Delcy Rodríguez

Delcygate
José Luis Ábalos y Delcy Rodríguez.

La Fiscalía del Tribunal Supremo (TS) ha enviado un informe a la Sala Segunda del TS en el que pide inadmitir las querellas presentadas por Vox y Láocratas contra el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, por un delito de prevaricación por su reunión del pasado 19 de enero en el aeropuerto de Barajas con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.

En su informe, el Ministerio Público interesa la desestimación de los dos recursos de súplica presentados, la declaración de competencia de la Sala Segunda y la inadmisión de las querellas acumuladas.

A su juicio, no existen «indicios suficientes» de que los hechos sean constitutivos de un delito de prevaricación, ni de la participación de Ábalos en los mismos, por lo que aboga por que «se inadmita a trámite la querella y se decrete el archivo de las actuaciones».

Vox y Laócratas señalan a Ábalos por haber autorizado que Rodríguez «atravesara el espacio aéreo español y aterrizara en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Bajaras», a pesar de que «tenía prohibida su estancia y tránsito por el espacio europeo» debido a las sanciones dictadas por la UE.

Para la Fiscalía, esta acusación está basada «exclusivamente» en artículos de prensa y en la declaración notarial de un trabajador que «ni siquiera especifica su puesto de trabajo, todo ello sin concretar mínimamente la participación del querellado en los hechos imputados».

Así, ha reprochado a los querellantes que, «al margen de sus opiniones y sospechas, no concretan cuál es la resolución injusta y arbitraria dictada por el querellado, ni cuáles son los indicios de participación del querellado en la decisión que cuestionan, desconociéndose incluso quién la tomó, ni mucho menos las razones de la misma».

Se trata de un «defecto de especial trascendencia, dado que el delito de prevaricación se reserva para sancionar supuestos límite, en los que la actuación administrativa no solo es ilegal, sino además injusta y arbitraria».

«De las querellas no se evidencia ni el dictado de una resolución administrativa, ni mucho menos su injusticia y arbitrariedad», ha afirmado, concluyendo que no existen los indicios mínimos para tramitar en la Sala Segunda una causa por prevaricación, sin perjuicio del resultado de las investigaciones en el juzgado de instrucción 31 de Madrid.

Se desconoce el contenido del encuentro

El Gobierno no concreta el contenido del encuentro entre José Luis Ábalos y Delcy Rodríguez que, según el ministro de Transportes, mantuvieron en el avión en el que viajaba la número dos de Nicolás Maduro. Hacerlo, explica el Ejecutivo, podría «perjudicar gravemente la posición de España en el panorama internacional».

Así responde el Gobierno a una solicitud a través del Portal de Transparencia, a la que ha tenido acceso OKDIARIO. En ella, se requería información concreta sobre los «asuntos que trató el ministro de Transportes José Luis Ábalos en el encuentro o saludo con la vicepresidenta de Venezuela Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Barajas, el pasado 19 de enero. Un encuentro que él mismo ha reconocido que se prolongó por 25 minutos».

La solicitud se remitía a las propias declaraciones de Ábalos que, en una entrevista en La Sexta, admitió haber mantenido un encuentro con la vicepresidenta venezolana que se alargó «durante 20 o 25 minutos». Según el titular de Transportes, durante este tiempo se limitó a transmitir la preocupación del Gobierno y recordarle que no podía pisar suelo español.

«Subí al avión, me la presentaron, le dije que era una situación un poco violenta. No abordé con ella absolutamente ningún tema. Si yo quisiera reunirme, hay otros sitios», zanjó Ábalos.

Según esta versión, se trataría pues de un encuentro ‘intrascendente’, en cuanto a las cuestiones tratadas. Limitándonos a la explicación de José Luis Ábalos, el ministro se limitó a trasladar a Rodríguez la prohibición de pisar territorio europeo, por el régimen de sanciones de la Unión Europea a dirigentes del régimen venezolano. Un aviso que, en sí mismo, es rebatible, ya que la mera presencia de la vicepresidenta venezolana suponía ya un incumplimiento de la orden comunitaria.

Pero, más allá, el Gobierno, con su negativa a facilitar la información, eleva la trascendencia de ese encuentro.

En la resolución, firmada por el subsecretario de Transportes, Jesús María Gómez, el Ejecutivo alega que el derecho de acceso podrá ser limitado cuando acceder a la información «suponga un perjuicio para las relaciones exteriores». Así, considera que «debe mantenerse la adecuada reserva en cuanto a la divulgación de los temas tratados» -el ministro afirmó que no se había tratado ninguno- «por poder este hecho perjudicar gravemente la posición de España en el paorama internacional».

La posición oficial de Moncloa sobre este asunto ha sido que Ábalos evitó una «crisis diplomática». Tras admitir ese encuentro a bordo del avión, fuentes del ministerio reconocieron que había mantenido otro más, de duración similar, en la sala VIP de Barajas. Ese dato no fue revelado por Ábalos, que se limitó al saludo antes mencionado en la aeronave.

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