España
Día de la Hispanidad 2018

Un experto en gestos analiza el besamanos: «Sánchez reacciona con vergüenza, como con la tesis»

Pedro Sánchez se muestra avergonzado: "Baja la cabeza, mirada descendente y perdida, acompañado todo ello de un encogimiento corporal"

El presidente hace el mismo gesto que cuando Rivera le preguntó por el plagio en su tesis

Moncloa culpa a la Casa del Rey de que Sánchez usurpara el lugar del jefe del Estado en el besamanos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su esposa, Begoña Gómez, han protagonizado este 12 de octubre, día de la Hispanidad, uno de los momentos más comentados durante la recepción de los Reyes en el Palacio Real, cuando, tras saludar a los monarcas, se colocaron junto a ellos para recibir al resto de invitados. Sánchez tuvo que ser advertido del error por los servicios de protocolo de Casa Real.

José Luis Martín Ovejero, experto en comunicación no verbal, analiza la escena para OKDIARIO y concluye que Sánchez ha reaccionado con «un gesto de vergüenza» cuando le han ‘invitado’ a retirarse.

«Baja la cabeza, con una mirada descendente y perdida, acompañado todo ello de un encogimiento corporal», explica Ovejero.

Pedro Sánchez avergonzado al cometer un error de protocolo.

El experto destaca además que Sánchez, mientras se aparta de los monarcas, se percibe «molesto con la situación» aunque según el especialista «la vergüenza eclipsa cualquier otra emoción».

Sin embargo, el gesto no verbal de su mujer es distinto. Begoña Gómez muestra un comportamiento de extrañeza, como preguntándose qué estaba sucediendo. Pero no estaba avergonzada.

Begoña Gómez se muestra extrañada.

Mientras tanto los Reyes comentaban lo sucedido con unas sutiles sonrisas.

Los reyes comentan el suceso entre risas.

Lo llamativo de la situación es que Pedro Sánchez refleja en el Palacio Real el mismo comportamiento corporal que cuando Albert Rivera, líder de Ciudadanos, le pregunta en el Congreso de los Diputados, el pasado 12 de septiembre, sobre el plagio en su tesis doctoral.

Martín Ovejero señala que la reacción es exactamente la misma: de vergüenza. En ambas escenas, Sánchez se presenta cabizbajo, con mirada descendente y con un encogimiento corporal.