España
'CASO DINA'

La ex asesora de Iglesias vuelve a mentir al juez: «Las pruebas aportadas no concuerdan con su versión»

La ex asesora de Pablo Iglesias, Dina Bousselham, vuelve a mentir –por segunda vez– en su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón. En un auto, al que ha tenido acceso OKDIARIO, el magistrado concluye tajante que «una vez examinadas» las pruebas aportadas por la testigo «se ha podido constatar que no concuerdan con ninguno de los datos aportados por ella en su última declaración».

El pasado lunes, 18 de mayo, la ex asesora podemita declaró por última vez en el marco de estas investigaciones que se siguen en el ‘caso Dina’. Bousselham aseguró que tenía pruebas que corroboraban que contactó con una empresa alemana para intentar recuperar el contenido de la tarjeta SD de su móvil. ¿El motivo? Que Iglesias, que había recibido el dispositivo de almacenamiento en perfectas condiciones de Antonio Asensio (el presidente del Grupo Zeta), se la había entregado completamente destrozada.

Dina –que ahora dirige el panfleto La Última Hora, creado por Podemos para desacreditar a sus rivales políticos– aportó al Juzgado los emails intercambiados con la compañía tecnológica germana. Posteriormente el titular García-Castellón dio traslado de esta documentación a la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía para que se procediese a «un análisis técnico» de la información aportada. Finalmente, el juez ha detectado importantes incoherencias.

Fechas inconexas

La nueva versión de Dina ha enrevesado aún más la historia. Según la ex asesora de Iglesias, ella recibió la tarjeta en el verano de 2016 –junio o julio–, mientras que el líder de Podemos se hizo con ella en enero de ese año después de que el dueño de Interviú se la proporcionara al líder morado. Sin embargo, Ricardo Sá Ferreira (pareja de Dina) no se puso inmediatamente en contacto con una empresa para reparar la tarjeta –que le habían entregado dañada–. Lo hizo pasado mucho tiempo: el 10 de febrero de 2017. Supuestamente ocho meses después de recibir la tarjeta de manos de Iglesias.

Ademas, la pareja de Dina envió a la empresa alemana «un disco duro XES2-470782» para repararlo, en lugar de la tarjeta de memoria del terminal que le había desaparecido a Dina. Un extremo que ha generado confusión a los investigadores que dudan de la versión de la ex asesora y de la de Iglesias.

Presupuesto no aceptado

Bousselham en su declaración ante el juez –en calidad de testigo, y por tanto bajo juramento– manifestó que la empresa tecnológica le había comunicado que «no podían acceder al contenido debido al estado de deterioro en el que encontraba la micro SD». Sin embargo, según se ha podido constatar en los email añadidos a la causa este servicio finalmente no se realizó porque no se llegó a un acuerdo con el presupuesto establecido.

Fuentes judiciales explican a OKDIARIO, que de manera misteriosa Dina entregó al Juzgado la tarjeta de su teléfono en un sobre con el sello de la empresa alemana pese a que «nunca se consideró reparar dicha tarjeta, sino un disco duro».

Finalmente, el juez concluye: «En definitiva, los correos electrónicos no permiten corroborar lo manifestado por Dina Bousselham el pasado 18 de mayo de 2020 cuando afirmaba haber enviado la tarjeta a una empresa de Alemania» a pesar de que «entregó dicha tarjeta en el juzgado en un sobre con el matasellos (alemán)».

«Esta circunstancia, unida a las demás contradicciones del relato de Dina Bousselham permiten sostener que Pablo Iglesias habría mantenido en su poder la tarjeta SIM de Dina Bousselham durante un periodo que podría oscilar entre 5 a los 36 meses, una vez recibida la tarjeta el 20 de enero de 2016. El periodo más breve (5 meses) se situaría en el caso de que la devolución se hubiese efectuado en junio de 2016, y el más extenso (el de 36 meses), para el supuesto que la entrega de la tarjeta se hubiera realizado en el mismo Juzgado, el 27 de marzo de 2019», recoge el juez en el auto de 19 páginas.

Por todo ello, de acuerdo con el “durísimo” escrito de la Fiscalía Anticorrupción, apunta que Pablo Iglesias pudo cometer dos delitos: descubrimiento y revelación de secretos del artículo 197.1 y 2 del Código Penal y delito de daños (obstrucción a la Justicia por destrucción de pruebas) del artículo 264 del mismo texto legal.

El primero de ellos, por acceder –sin el consentimiento de la propietaria– a sus fotos íntimas y comunicaciones privadas y conservarlas en su poder durante meses. Y el segundo por haber planteado una denuncia falsa y por haber destruido la prueba clave del caso: la ya célebre tarjeta de memoria del móvil de Dina Bousselham.