España

Errejón pasa a la ofensiva de cara a Vistalegre 2: lanza el manifiesto ‘Recuperar la Ilusión’

Decenas de caras conocidas de Podemos integradas bajo las tesis de Íñigo Errejón han lanzado este viernes el manifiesto ‘Recuperar la Ilusión’. Por el momento indican que ya han recogido más de 700 firmas entre las que se encuentran primeras espadas de esta ‘familia política’ como Rita Maestre, Tania Sánchez o José Manuel López. Tienen más de 20.000 seguidores en Twitter lo que indicaría que han reciclado la cuenta de otra candidatura.

Explican en su texto que «Sobre el debate de los proyectos para la Asamblea existen dos opciones: tener un debate previo sobre la estrategia política y el modelo organizativo para luego elegir a quienes deben llevarla a cabo; o bien votar a los cargos con los documentos en un mismo paquete. Optamos por la primera porque tras dos años de prisas merecemos un tiempo de reflexión alejado de concursos de popularidad que limitan la voz de la militancia».

El líder del partido, Pablo Iglesias, encabeza el sector pablista que está en contra de esta idea y ha propuesto que se vote nombre y documentos políticos al mismo tiempo. De esta forma se ahorraría el problema que tiene su seguidor Ramón Espinar en Madrid que tras ganar la segunda fase tiene que adoptar los documentos de la candidatura errejonista de Maestre.

Se trata de un movimiento que recuerda al golpe de efecto que llevó a cabo Rita Maestre presentando su candidatura a Podemos Comunidad de Madrid. Sin que Iglesias estuviese enterado convocó un acto donde dieron a conocer la lista. Este gesto no resultó del agrado del líder del partido lo que desencadenó el apoyo explícito de éste a Espinar cuando a la prensa dijo que el senador encabezaría un proyecto «mucho mejor».

«La Asamblea –dicen en ‘Recuperar’– no debe ser un combate de boxeo, sino una contraposición de ideas. Queremos discutir cómo ganar un país, no retarnos entre nosotros. El futuro de Podemos es oscuro si sus dinámicas impiden que convivan diferentes modelos; la solución de las discrepancias se aleja mucho del sometimiento de uno ante otro. Vistalegre I tuvo muchos defectos, pero al menos respetó la separación entre ambos debates: no nos podemos permitir tal involución democrática».