El etarra Jon Kepa ‘Oier’ rompe con Sortu por rechazar la lucha armada

ETA
La Policía detiene al etarra Jon Kepa Preciado. (Foto: Policía Nacional)

El mismo día que Arnaldo Otegi se subía al escenario del velódromo de Anoeta para marcar a la izquierda ‘abertzale’ su futuro tras salir de prisión, un etarra Jon Kepa Preciado ‘Oier’ ponía fin a su relación con Sortu y del colectivo oficial de presos (EPPK) tras cambiar la lucha armada por dar batalla en las instituciones. Ya es la segunda baja en la formación proetarra en menos de tres meses. Ambos reclaman «los objetivos históricos que tenía la formación, cambiados ahora para abrazar a las instituciones», según aseguran entre sus motivos.

No les gusta la nueva vía de Otegi y su documento ‘Abian’ que ayudó en algunas partes a elaborar desde la cárcel. «La formación ha abandonado los objetivos históricos», en relación a la lucha armada, que sólo se potencie la lucha institucional, que se diluya el «carácter político» y se ignore su «sangre» y su «valentía». El etarra ‘Oier’ escribió una carta titulada ‘No en mi nombre’ y remitida al movimiento de los disidentes de Sortu, Movimiento Pro Amnistia donde expresa su rechazo a la estrategia política que desde 2010 mantiene el partido que dirigen Hasier Arraiz y Otegi.

En su escrito argumenta que no quiere «que se potencie solamente la lucha institucional, sabiendo los límites y su ineficacia muchas veces». Asimismo critica el «pragmatismo» de Otegi. «Aun siendo doloroso, me siento obligado, por honestidad y coherencia revolucionaria a escribir estas líneas. Imposible autoexcluirse cuando ya se hizo, cuando ya se te excluyó, cuando no les importaste. Y sí, yo también grito: «¡No en mi nombre!».

‘Oier’ llegó a dirigir el ‘comando Vizcaya’ de ETA y el pasado verano fue condenado a 377 años de cárcel por atentar con una bomba contra la concejal socialista de Portugalete, Esther Cabezudo. En diciembre otro compañero de ‘Oier’ se daba de baja del partido. Daniel Pastor, condenado a más de 500 años de cárcel por el asesinato, entre otros, del inspector de Policía Eduardo Puelles en 2009. Desde el colectivo de presos ya avisaron en enero de este año que «la caracterización actual de EPPK corresponde a otra época política. EPPK era uno de los principales exponentes de una estrategia ya superada, y ahora el colectivo de presos necesita otra caracterización, pues así lo exigen el cambio de estrategia y el nuevo tiempo político». Muchos de los presos que llevan años en prisión se rebelan contra el cambio llamándoles «blandos» y criticando que pidan amnistía para su situación y después reflejen en el ‘documento Abian’ que se deben de sumar a la legalidad penitenciaria. 

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