España
ISRAEL

El Ejército español perderá el liderazgo de la misión ONU en Líbano por la ofensiva de Sánchez contra Israel

La ONU renovó por un año a España al frente de la FINUL, pero el enfrentamiento con Israel tumbará el mando

El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido tensar aún más la situación diplomática con Israel, tras el reconocimiento oficial de Palestina, y ha anunciado que se incorpora a la causa por genocidio que se dirime en la Corte Internacional de Justicia. Donde más se nota la ruptura entre ambos países es en Líbano, donde un general español se encuentra al frente de 10.000 soldados de una misión de la ONU para pacificar la zona. Un cargo que debe renovar el próximo mes de agosto y que en estos momentos dan por perdido en el Estado Mayor de la Defensa.

Ahora que el Ejecutivo de Sánchez saca a relucir normas no escritas, en las Fuerzas Armadas le recuerdan una: cualquier país que quiera ocupar una posición de mediación entre Israel y cualquier otra nación árabe debe mantener un halo de cierta neutralidad. Por ejemplo, quien quiera comandar la misión FINUL que las Naciones Unidas desarrollan en la zona fronteriza entre Líbano e Israel, no debe estar enfrenado al país hebreo. Una norma no escrita que ahora rompe España.

Por ello, según explican fuentes militares, el actual liderazgo del general español Aroldo Lázaro Sáenz, al frente de esos 10.000 Cascos Azules, podría estar muy cerca de terminarse. Al menos así lo barajan ya en el Estado Mayor de la Defensa, donde no pasan por alto las consecuencias que tiene para España -y sus militares- enfrentarse abiertamente a Israel.

España asumió el liderazgo de la FINUL en 2022 y en agosto de 2023 solicitó una prórroga de un año para seguir al frente de la misión, algo que obtuvo por votación unánime en la ONU -con abstención de China y Rusia-. No se descartaba que en el próximo agosto se produjese una nueva renovación de España para un tercer año de mandato. Pero con la situación actual, el mandato de la misión se da por perdido. «La ONU no se arriesga a tener al frente en Líbano a un país que está de uñas con Israel», explican muy gráficamente las fuentes consultadas.

Este mismo jueves, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguraba haber mantenido una conversación telefónica con los mandos españoles al frente de la FINUL «para conocer de primera mano la situación sobre el terreno».

Nueva ofensiva israelí

«La ruptura afecta directamente, y de forma grave, a la seguridad de los militares españoles en el Líbano», asumen fuentes militares involucradas con el desarrollo de esta misión. Las mismas que hace una semana, basándose en información de inteligencia, anticiparon a OKDIARIO la apertura por parte de Israel de un frente terrestre sobre el sur del Líbano. Un plan que ahora ya anuncia el Gobierno de Netanyahu como una realidad próxima.

Además, como ya informó OKDIARIO, en cuanto se produjo el reconocimiento oficial de Palestina por parte de Sánchez se constató uno de los primeros efectos del encontronazo con Israel: en la misión militar española en Líbano «se ha cortado la comunicación» por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) con el mando español desplegado en la base del sector este, con cuartel general en la base Miguel de Cervantes de Marjayoun.

Como norma general, explican estas fuentes, cuando Israel tenía previsto un ataque contra alguna posición de Hezbolá en el sector donde operan los españoles, se comunicaba de antemano. O cuando tenía información de un ataque por parte de Hezbolá, también se informaba a la ONU. De esa forma, podían anticipar movimientos o patrullas y aumentar la seguridad. Desde hace semanas, silencio.

«Cuando hay un ataque de Hezbolá contra Israel, en la respuesta de Israel suele caer algún proyectil muy cerca o de lleno en alguna instalación de la ONU. Se entiende como un mensaje, un recado, un vosotros estabais ahí para que no nos atacasen y nos han atacado», explican fuentes militares familiarizadas con la misión de España en la FINUL.

Según describe Defensa, «la misión de la ONU en Líbano tiene entre sus cometidos vigilar el cese de hostilidades entre Hezbolá e Israel y acompañar y asistir a las Fuerzas Armadas libanesas en el sur del país y a lo largo de la separación entre ambos países denominada Línea Azul».