España
Congreso de los Diputados

Los diputados ‘palmeros’ del PSOE jalean a Sánchez tras su fracaso europeo

Ayer fue recibido por parte de sus ministros de la misma forma en el Palacio de La Moncloa nada más aterrizar de Bruselas.

Moncloa lanza un vídeo con los ministros haciendo el pasillo de campeón a Sánchez tras su fracaso europeo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido recibido este miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados con un fuerte y largo aplauso por parte de sus compañeros en la bancada socialista y de Unidas Podemos, después de que el acuerdo europeo sobre el Fondo de Reconstrucción dejara a España con 5.000 millones menos y unas condiciones que siempre negó que Bruselas fuera a imponer.

Los representantes del PSOE que han asistido hoy al pleno en la Cámara baja -todavía no acuden todos por culpa de la pandemia- se han mantenido en pie durante casi dos minutos, dirigiendo sus miradas al presidente del Gobierno que les devolvía el aplauso con una sonrisa pícara. Hasta que no han acabado los aplausos la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, no ha dado por abierta la sesión.

La imagen de hoy en el Congreso es muy similar a la que se vio ayer en el Palacio de La Moncloa. El Gobierno difundió un vídeo del momento en el que jefe del Ejecutivo se dirigía al Consejo de Ministros, al más puro estilo de entrada triunfal, entrando al edificio donde se reúne cada martes su Gabinete como si volviera de haber logrado un gran triunfo internacional. La realidad era bien distinta. De decir que no aceptaría vetos ni recortes, Sánchez volvía de Bruselas con un acuerdo que permite a los países frugales vetar inversiones y que obligará a su Ejecutivo a hacer reformas.

Minutos más tarde de descender del helicóptero en el complejo presidencial, el método de transporte que le trasladaba desde la base aérea de Torrejón de Ardoz, donde aterrizó con el Falcón procedente de Bruselas, Pedro Sánchez fue recibido con un pasillo de aplausos por parte de sus ministros. Todo tras cuatro días reunido en el Consejo Europeo y aceptar un acuerdo de reparto del Fondo de Recuperación muy distinto del que reclamaba España desde un inicio.

El presidente del Partido Popular y jefe de la oposición, Pablo Casado, le ha reprochado su actitud durante la sesión de control al Gobierno. El líder del PP le ha afeado que «se monta un pasillo de aplausos» mientras le recuerda que «España no está para una ceremonia de autobombo». Desde la bancada de los populares, mientras los ‘palmeros’ socialistas aplaudían a su jefe, algún diputado ha espetado con sorna un ‘guapo’ dirigido a Sánchez.

Satisfacción contenida

Pedro Sánchez aseguró ayer, durante su comparecencia en Bruselas, que está «satisfecho al 95%» con este acuerdo tras cuatro días seguidos de duras negociaciones con el resto de dirigentes europeos. «El esfuerzo ha sido extenuante pero el resultado es exitoso, ha merecido la pena. Europa está dando un paso de gigante», aseguró en su comparecencia ante la prensa minutos después de oficializarse el acuerdo en la cumbre europea y antes de volver a España como un auténtico campeón.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea han acordado un fondo de 750.000 millones de euros, de los cuales sólo 390.000 millones serán subvenciones a fondo perdido y el resto préstamos con condiciones, lo que supone un duro mazazo para las intenciones iniciales del presidente del Gobierno.

Para empezar, el recorte de los 500.000 millones de euros previstos inicialmente por la Comisión Europea en ayudas a los 390.000 millones implica que España vaya a perder por lo menos 5.000 millones de euros en subvenciones con respecto a lo previsto inicialmente, según lo anunciado por el presidente Sánchez. La cifra de ayudas inicialmente prevista hablaba de que el país recibiría 77.324 millones, finalmente el dinero comprometido con España es de 72.700 millones.

Aunque teóricamente España recibirá 140.000 millones como se había planteado inicialmente, lo importante es el desglose. Y gana peso con respecto a lo previsto inicialmente el dinero al que accederá el país en forma de préstamos, un anticipo de dinero que al final tendrán que devolver y pagar los españoles.