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FIESTAS DEL PILAR

Déjate emocionar por la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar: «Una obra de arte efímera»

El manto lo componen unos siete millones de flores y la participación llegará a cerca de medio millón de personas

Todo lo que necesitas saber si quieres acertar con los ramos de flores para la ofrenda del Pilar

Huele a flores toda la plaza del Pilar de Zaragoza y sus alrededores. Un aroma que perdurará semanas. No es para menos. Unos 7 millones de flores dispuestas en los innumerables ramos, componen el vistoso manto de la Virgen, considerada una obra de arte efímero, por todo lo que implica.

Es la ofrenda floral más grande del mundo. Cientos de miles de devotos de la Virgen desfilarán durante todo el día desde las 6,30 de la mañana, por las calles del centro, hasta llegar a sus pies donde le ofrecerán las flores cuidadosamente preparadas en esta costumbre cada vez más popular, que con ella atrae a números peregrinos llegados de todos las partes, para contemplar y sumarse a un pueblo volcado a su Virgen.

Devotos en el momento de ofrendar los ramos de claveles a la Virgen del Pilar.

Esta costumbre reciente, ha echado raíces sólidas, lo que destaca aun más en esta sociedad mediatizada que insiste en querernos hacer creer que lo espiritual, lo católico y la fe, son fósiles filosóficos. La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, vestida de baturra, ha mostrado su compromiso con la tradición, felicitando a los hispanos en el día de la patrona, desde el balcón del Ayuntamiento, aclamando: «¡Viva la Virgen del Pilar!».

 

Ofrenda espontánea a la Virgen en la capilla por dos auroras de la mañana.

De las 2.000 personas que participaron en aquella primera edición, con aproximadamente 8.000 claveles proporcionados por el Ayuntamiento que adquirió en Tortosa, en este 2023, se calcula que alrededor de medio millón de personas tomarán parte de este rito desde la ofrenda hasta final de Fiestas, donde seguirán llevando ramos a la Virgen.

Vista de la marea católica en la calle Alfonso I el Batallador.

La estructura

La víspera de ayer comenzó la instalación de la estructura piramidal, integrada por seis niveles, que miden en total, 15,5 metros de altura.

Un baturro contempla cómo se va tejiendo con flores el manto de la Virgen.

La talla de la Virgen está construida en fibra de poliéster, pesa 15 kg y mide 1,43 metros. La corona con resplandores tiene un diámetro de más de dos metros y medio. El manto compuesto por claveles blancos y la cruz de Lorena, mide 2,5 metros, siendo la altura total de la Virgen que lo culmina de más de 6 metros.

Los grupos

Este año los grupos inscritos han batido todos los récord. Hasta un total de 890 participan con los trajes regionales de cada lugar, requisito para poder participar en la ofrenda. En la marea católica, predominan los baturros, que concursan además por hacerse con el premio al mejor traje. Además hay 28 grupos procedentes de otras comunidades autónomas.

Un grupo de oferentes llegados de México vestidos con ricos trajes.

Entre los oferentes, grupos de toda Hispanoamérica, llevan sus flores y sus votos a la que también es su patrona. En cada edición, hay un país americano invitado, en esta edición es Paraguay, que desfila a las 9,30 de la mañana.

Paraguayos con el clásico ñanduti.

Cestas y escudos

En la ofrenda no solo se portan ramos. Hay cestas, escudos, carros y cruces, todos ellos compuestos con flores, «la flor más común es el clavel», explica Rubén Cebollero a OKDIARIO. Cebollero es presidente de la Asociación de Floristas de Aragón. Además forma parte del jurado que elegirá a la mejor cesta y al mejor ramo de la ofrenda: «Muchos de ellos son verdaderas obras de arte».

Escudos, centros y cestas para la Virgen del Pilar.

«Nadie puede saber la cantidad de flores en total», nos explica. Algunas estimaciones alcanzan los siete millones en total. Además hay que reseñar la ofrenda aérea que hacen los aviones de la base militar todos los años lanzando pétalos, al regreso del desfile de las Fuerzas Armadas.

Cebollero nos aclara dónde se colocan las cestas que portan algunos grupos: «Las cestas van llenas de flores. Se colocan a los pies del manto, en el perímetro. Las que son más grandes se ponen en las esquinas, para taparlas». Respecto a los escudos, «algunos escudos reflejan el de sus pueblos», detalla.

«A quien no lo haya visto nunca, se lo recomiendo», anima. «Cada año es diferente, es una obra de arte efímera. Siempre es distinto, nunca queda igual», añade.

Los premios

«Estamos dos personas en cada fila, seleccionando los mejores ramos y cestas. Tenemos también un fotógrafo», detalla Cebollero. «Además hay un concurso de trajes, que también pasan todo el día». «Al día siguiente, entre cada jurado, elegimos por cada categoría el mejor», añade.

La mejor cesta será premiada con 300 euros, y es «aquella que está brillantemente elaborada». Se valora que «sea original, bien trabajada, cuidando la profundidad», explica este miembro del jurado.

Al mejor ramo se le obsequia con 100 euros. «Del ramo se valora que sea original y que esté acorde con el traje que lleva la persona acorde también al tamaño», relata, «que tenga profundidad, trasparencia».

Baile y cante

Además de todo lo comentado, los grupos que lo deseen, en el momento de la ofrenda, bailan a la Virgen en un escenario preparado a los pies del manto hasta las cinco de la tarde. Jotas, rondallas, incluso sevillanas, se escuchan animando la plaza, en una estampa folclórica propia de otros tiempos, por la que muy pocos apostarían hoy como realidad, y que sacude los cimientos de esta sociedad globalizada impersonal y materialista, demostrando que el pueblo sigue vivo y que desea trascender de lo frívolo y mundano.

En imágenes

 

Familia de oferentes con ramilletes blancos.

Grupo de guapas baturras junto al Mercado Central de Zaragoza.

Los integrantes de la Asociación Simpatía Aragonesa.

Madre e hija ilusionadas en la Iglesia San Juan de los Panetes.

Madres e hijas desayunando chocolate con churros tras la ofrenda.

Un militar luciendo las medallas en su pecho junto su madre vestida de faralaes.

Dos auroras vestidas de baturras con las flores que ofrenderán a la Virgen del Pilar.

Madre e hija vestidas de campesinas se divierten en uno de los bellos saltos de jota.

Un grupo de preciosas paraguayas con cántaros.