España
Caso fiscal general

La defensa de García Ortiz esgrime que no hubo revelación porque el novio de Ayuso rompió el secreto

La abogacía del Estado dice que González Amador fue quien cometió la "única filtración acreditada"

La defensa de Álvaro García Ortiz, fiscal general del Estado, ha argumentado que el jefe del Ministerio Público no ha cometido delito de revelación de secretos porque fue el propio Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, quien cometió la «única filtración acreditada». La defensa de García Ortiz ha dicho, en la última sesión del juicio en su contra este jueves, que no se puede culpar al fiscal general por revelación alguna.

José Ignacio Ocio, abogado del Estado responsable de la defensa de García Ortiz, ha asegurado en su informe final que «la única filtración de un correo electrónico que está acreditada en la causa» es el email del 12 de marzo de 2024 en el que el fiscal del caso contra González Amador se ofrece a buscar un acuerdo con la pareja de Ayuso.

El caso contra el fiscal general del Estado se ha centrado en un correo anterior, enviado el 2 de febrero de 2024, en el que la defensa de González Amador ofrece a la Fiscalía un acuerdo. El empresario reconocería los dos delitos fiscales por los que se le investigaba a cambio de evitar la cárcel.

El fiscal general del Estado se enfrenta a 6 años de cárcel, 12 de inhabilitación y una multa de 400.000 euros por el filtrar, supuestamente, el correo del 2 de febrero a varios medios de comunicación la noche del 13 de marzo de 2024. La defensa de García Ortiz señala que el otro email, el del 12 de marzo, ya probaba las negociaciones entre la fiscalía y González Amador. Este segundo correo había sido publicado por El Mundo la noche del 13 de marzo, a las 21:39 horas.

El fiscal general ha asegurado que esa información era conocida por el periodista de El Mundo que firmó la pieza «ocho horas antes» de que saliera publicada. Ocio considera que «si González Amador habló de las negociaciones de conformidad y de los términos de ésta a un periodista», «eso supone que el secreto pierde su carácter».

«Cuando el titular de un secreto hace partícipes a terceros de ese secreto, éste pierde su carácter reservado», ha dicho, para remachar que los «actos propios» son «un elemento delimitador» de «cuándo un secreto pierde ese carácter». La defensa del fiscal general del Estado ha asegurado además que «no hay absolutamente ni una prueba» de que Álvaro García Ortiz filtró u ordenó filtrar el correo con la admisión de dos delitos contra Hacienda de la pareja de Isabel Díaz Ayuso «porque no puede haberla».