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Cuando Sánchez criticaba a los independentistas catalanes por la «banalización» del terrorismo

Ahora, el Ejecutivo pacta con Junts incluir en la Ley de Amnistía ciertos delitos de terrorismo

El socialista consideró "muy importante" desmontar sus argumentos "desde el punto de vista político"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, criticaba en 2019 la «banalización» del terrorismo por parte de los políticos independentistas. Ahora, el Ejecutivo del PSOE ha pactado con Junts incluir el perdón en la Ley de Amnistía a los responsables de delitos de terrorismo, excepto cuando «de forma manifiesta y con intención directa, hayan causado violaciones graves de derechos humanos», como reza la enmienda transaccional acordada entre ambas formaciones. Una medida que blinda que se aplique la medida de gracia, incluso si hay condena en firme, a Tsunami Democràtic, los Comités de Defensa de la República (CDR) y los investigados por terrorismo, Carles Puigdemont, de Junts, y Marta Rovira, de ERC.

«Lo que más me preocupa es la banalización que se hace por parte de algunos actores políticos del concepto terrorismo», manifestó el líder socialista. Entonces, el jefe del Ejecutivo lamentaba que España era «un país que desgraciadamente lo ha sufrido durante más de 40 años en el País Vasco y también en el conjunto del país». Se refirió también al «terrorismo yihadista» del que dijo que lo habíamos sufrido de «manera muy cruel». «Somos un país preparado, desgraciadamente», detalló hace más de cuatro años Sánchez, «para luchar contra el terrorismo», con unas «Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado muy preparadas».

El presidente del Gobierno consideró que era «muy importante» que, «desde el punto de vista político, cualquier indicio de violencia también se condene por parte, en este caso, de los máximos responsables de las instituciones catalanas».

La «gran mentira» del soberanismo

En aquel momento, el presidente de la Generalitat de Cataluña era Quim Torra, de Junts. De él criticó, en una entrevista para Nius, que dijera que «España es un Estado opresor». También se posicionó en contra de declaraciones en las que el político independentista decía, según Sánchez, «algo así como que están cansados de que entren por las noches en nuestras casas, que hay presos políticos, que no hay libertades».

El líder del Ejecutivo culpaba a la «gran mentira que ha construido el soberanismo, el secesionismo catalán en relación con España» de insuflar aún más leña al fuego de los extremismos en Cataluña: «Lógicamente, ese tipo de discursos también contribuye a la radicalización por parte de elementos, ya de por sí, extremistas».

Repreguntado por el periodista si las declaraciones de Torra eran las que banalizaban el terrorismo, Sánchez afirmaba que sí, que hablaba «de ese tipo de declaraciones» al mencionar la banalización. Además, señaló que era «muy importante» que se desmontaran sus argumentos «desde el punto de vista político».

El presidente del Gobierno insistió en que «España es un Estado social y democrático de derecho» y que en nuestro país «no existen presos políticos». Hace cuatro años, la opinión del líder socialista era la de que había «políticos que tienen que responder de sus hechos ante el Tribunal Supremo en este caso, y además con las máximas garantías». Entonces valoró positivamente que el juicio a los responsables del procés había sido «retransmitido 24 horas por streaming para que lo pudieran ver no solamente el conjunto de España, sino el conjunto del mundo». Además, reconocía a los políticos independentistas encausados la «capacidad de poder recurrir si no están de acuerdo con esa sentencia ante el Tribunal Constitucional y ante el Tribunal Europeo de Estrasburgo».

«El problema del independentismo catalán es que su proyecto político no es lo que le dijo a la periodista de ‘váyase y por qué no se va usted de Cataluña’», rememoró el actual presidente del Gobierno respecto a un incidente entre el entonces president Torra y una periodista. «El problema es que quieren salirse de España y otra cosa es sacar a España de Cataluña», describió el líder socialista. Ambas situaciones fueron consideradas por Sánchez como «muy peligrosas» porque creía que «España es un país que estima a todos sus territorios y estima a Cataluña».

El líder socialista admitió que «hay una parte de esa sociedad catalana minoritaria, afortunadamente, que se siente ajena a la cultura española en Cataluña». «Y yo creo que esto es algo que tenemos que combatir», espetó Sánchez.