Crisis del coronavirus

El decreto del estado de alarma concede a Torra y Urkullu poder en la coordinación policial

Ambos dirigentes autonómicos han criticado el decreto del estado de alarma contra el coronavirus por considerarlo una "imposición", una "invasión de competencias" e incluso un "155 encubierto"

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Quim Torra
Quim Torra y Pedro Sánchez. (Foto: Moncloa)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

A pesar de las críticas por parte de los presidentes de Cataluña y País Vasco al estado de alarma decretado por el Gobierno para la lucha contra el coronavirus, lo cierto es que el decreto concede a ambos presidentes poder de decisión en la coordinación policial para frenar la epidemia.

Así, el decreto aprobado el sábado establece que en las Comunidades que cuenten con cuerpos policiales propios serán las Comisiones de Seguimiento y Coordinación previstas en las Juntas de Seguridad las que establezcan los mecanismos necesarios para el cumplimiento de las medidas contra el coronavirus. Este órgano tiene una composición paritaria de la Administración central y autónomica, lo que avanza serios debates para su aplicación.

Así, si bien el decreto determina que «los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas y de las corporaciones locales quedarán bajo las órdenes directas del ministro del Interior», se reserva a la Generalitat y el Gobierno vasco la facultad de, en colaboración con el Gobierno central, coordinar a los cuerpos policiales en la lucha contra la pandemia «en cuanto sea necesario para la protección de personas, bienes y lugares».

«155 encubierto»

El decreto contra la epidemia que suma ya más de 9.940 infectados y 342 muertos en España, provocó la oposición en bloque de los Gobiernos vasco y catalán, que llegaron a calificarlo de 155 «encubierto».

«Coincidimos en que no podemos aceptar que el Gobierno español confisque nuestras competencias en salud, seguridad y transporte. Necesitamos apoyo, no recentralización», criticó el presidente inhabilitado catalán, Quim Torra, tras conversar telefónicamente con su homólogo Íñigo Urkullu. El dirigente vasco, por su parte, exigió que las medidas «tuvieran en consideración el modelo territorial del Estado, la configuración en base al ordenamiento jurídico y el autogobierno». 

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, calificó una «sorpresa» que Sánchez asumiese como «mando único» atribuciones en Salud o Seguridad. El decreto, en cambio, sí establece la coordinación con estos Gobiernos.

El más combativo sigue siendo Torra quien, este domingo, rechazó firmar un comunicado conjunto del resto de presidentes autonómicos en el que se aseguraba la «unidad» para hacer frente a la epidemia.

En la nota, suscrita tras la conferencia de presidentes mantenida por los dirigentes con el jefe del Ejecutivo, por vía telemática, se prometía actuar con «lealtad» y desde la «unidad» frente a «una situación excepcional» que «requiere una firme acción de toda la comunidad nacional e internacional».

Los presidentes consensuaron que «la respuesta contra el virus debe garantizar una atención a todas las ciudadanas y ciudadanos en condiciones de igualdad».

«Acordamos desde la unidad de acción actuar bajo tres principios: coordinación, colaboración y solidaridad. Mantendremos una comunicación fluida y eficaz sobre todos los asuntos que afecten a la pandemia», se leía en la nota.

Torra -que este lunes ha confirmado su positivo en coronavirus-mostró su recelo al decreto en la reunión virtual con Sánchez y aseguró que tomaría su propia iniciativa.

«En vez de buscar colaboración, se haya optado por la imposición y la confiscación de competencias», dijo, en rueda de prensa posterior, en la que avisó que «la Constitución no es un fármaco contra el virus». Torra exigió a Sánchez ser más «valientes y drásticos».

Urkullu, por su parte, confirmó que aplicaría el decreto pero lo consideró «innecesario» que el Estado asumiese el mando de la Ertzaintza.

UME

Otro frente de polémica se encuentra en el despliegue de la UME. Pese a que en Cataluña y País Vasco se encuentran dos de los principales focos de la epidemia, Sánchez ha renunciado por el momento a desplegar al Ejército en esas comunidades, aunque sí estará presente en 13 provincias con un total de 1.100 agentes.

Preguntado este lunes por el asunto, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general del Aire Miguel Ángel Villarroya, defendió que el despliegue en Cataluña y País Vasco «será igual que en el resto de España». «No hay ninguna diferencia. Progresivamente, en función de las necesidades, iremos aumentando en todas las zonas donde se necesite», dijo. Aunque resulta incomprensible que, de entrada, no se hayan considerado estas zonas.

Se trata de las dos regiones con más contagios después de Madrid. Cataluña, con 903 casos y 12 fallecidos, y País Vasco, con 630 afectados y 23 muertes por coronavirus.

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