España

Condenan al médico «Spiriman» a indemnizar a Susana Díaz por injurias

El Juzgado de Granada ha impuesto una condena al médico Jesús Candel, conocido por el apodo «Spiriman» y por ser uno de los impulsores de las marchas contra la fusión sanitaria de Granada, al pago de una multa de 6.480 euros además de una indemnización de 2.500 euros a la ex presidenta andaluza Susana Díaz por injurias.

La sentencia del titular del Penal 6 de Granada, a la que ha tenido acceso Efe, condena al sanitario como autor de dos delitos continuados de injurias con publicidad cometidos contra Susana Díaz y el que fue viceconsejero de Salud Martín Blanco, a los que tendrá que indemnizar con 2.500 euros a cada uno.

El fallo, que Candel podrá recurrir siguiendo los procedimientos establecidos, ha absuelto a «Spiriman» de las acusaciones de delitos continuados de calumnias por lo que fue juzgado el pasado 26 de junio. En dicho juicio, Díaz declaró como testigo por videoconferencia y, en su testimonio, destacó el daño y la ofensa personal y familiar que le produjeron los insultos del condenado.

El médico reiteró sin embargo que los insultos a la ex presidenta de la Junta tenían un cariz político, como crítica profesional y no personal, y que eran una «defensa» a un ataque previo de Díaz.

La Fiscalía, representada por Francisco Hernández, solicitó tras el juicio una condena por un continuado de injurias y otro también continuado de calumnias contra Díaz, por lo que interesó el pago de 9.720 euros de multa y de una indemnización de 5.000 euros.

El juez encargado de la causa ha descartado, como hizo durante las cuestiones previas del juicio, las nueve supuestas vulneraciones a los derechos fundamentales de Candel y ha argumentado su fallo en las descalificaciones analizadas en 17 vídeos que además se exhibieron en la vista oral.

En la sentencia, ha considerado acreditado el delito de injurias, ha negado que el contenido analizado responda a meras críticas y ha recordado que el derecho a la libertad de expresión «no es ilimitado ni absoluto». Pone además de ejemplo un vídeo aportado por la defensa de «Spiriman» en el que otro médico exponía su visión de la realidad sanitaria y lo considera una forma legal de criticar.