España
Proyecto de ampliación del aeródromo de Casarrubios

El CEO del segundo aeropuerto de Madrid: “Esperamos inaugurar en 2023, no desistiremos»

"Estamos dispuestos a morir en el intento", dice el consejero delegado de Air City Madrid Sur

En 1978 ya se determinó que esa zona cerca de Navalcarnero era óptima para un aeropuerto

No resta al aeropuerto de Barajas, fomentaría la competencia y los vuelos 'low cost'

El segundo aeropuerto comercial en la Comunidad de Madrid está más cerca. Los planes del consejero delegado de Air City Madrid Sur, Javier Ruedas pasan por inaugurar en 2023 la ampliación del actual aeródromo. «Estamos dispuestos a morir en el intento, tenemos un plazo de 5 años para estar operativos», afirma.

Madrid es una de las pocas capitales europeas que no tiene un aeropuerto secundario destinado a las compañías ‘low cost’. El de Barajas está centrado en el tráfico intercontinental. Mientras tanto, Londres tiene cinco aeropuertos o París, tres.

En una entrevista con OKDIARIO, el CEO de la compañía defiende que se crearán 5.600 empleos directos, 13.300 indirectos y otros muchos durante los primeros años de obras. Destaca que así consta en un informe de la Consejería de Economía de la Comunidad de Madrid. Esta región como la de Castilla-La Mancha (el aeródromo de Casarrubios está en la frontera) han declarado el proyecto de Alcance Regional y de Interés Singular, respectivamente.

Gregorio Marañón y Bertrán de Lis es el presidente de la empresa tras sustituir a Josep Piqué. «Llevamos 25 años gestionando este aeródromo, estamos dispuestos a morir en el intento. Tenemos un plazo de 5 años para estar operativos. Va a haber el doble de usuarios que utilicen el medio aéreo en la próxima década, o las ciudades están preparadas o quedarán fuera del mapa y Madrid no puede quedarse fuera», defiende el CEO.

Recorte de ABC en 1978 determinando que era una zona adecuada. (Clic para ampliar)

Javier Ruedas explica que en los últimos años se han configurado claramente «dos tipologías de aeropuertos: ‘hubs’ que son conectores intercontinentales, y, por otra parte, los de compañías de nueva generación y ‘low cost’, menos rentables pero con infraestructuras más cómodas, más flexibles para operar».

Asegura que el proyecto de Air City Madrid Sur «no resta al de Barajas» sino que es complementario. Otros aeropuertos como el de Cuatro Vientos o Torrejón en la Comunidad no son comerciales. Además, el de Madrid Sur sí tendría una más capacidad frente a otros de provincias que no están en el ámbito de influencia de Madrid y no pueden gestionar más de un avión cada media hora o 45 minutos.

Imagen del proyecto del aeropuerto.

Pelota en Fomento

Por ahora, destaca el CEO, tienen los apoyos de las comunidades autónomas (gobernadas por el PP y del PSOE) y de los alcaldes de la zona. «Estas administraciones no tienen capacidad de hacer más», agradece. Ahora la pelota está en el tejado del ministerio de Fomento que, confía, «lo tiene fácil para decir que sí». Subraya que «no es concesionar un nuevo espacio aéreo, solo es ampliarlo».

Desde 1978 en esa zona se proyectó un aeropuerto. Un artículo de entonces en el diario ABC muestra los resultados de un estudio que determina que la zona de Navalcarnero es la óptima para un aeropuerto en el Sur de la capital.

Asimismo, Ruedas defiende que «lo primero que hicimos fue un estudio medioambiental, para ver las afectaciones por huella sónica, por ruido, y eso ha sido determinante para ubicar la pista, es la mejor orientación posible». Concluye que «no hay afectación directa a los núcleos de población, no se va a sobrevolar municipios en un radio corto, estamos plenamente convencidos de que técnicamente es viable».

Sobre el transporte de los pasajeros al centro de Madrid, el CEO asegura que «la parcela tiene unas comunicaciones inmejorables, hacia Madrid está la A-5 y la R-5 y existe un tren de Cercanías hasta Navalcarnero que se podría terminar». Además, avanza que serán «los primeros de potenciar un transporte público o privado». La pista está a 30 kilómetros, a 20 minutos, de perímetro de la capital. Hacia Castilla-La Mancha, «a Toledo se está en 40 minutos». En otras capitales europeos los segundos aeropuertos también están en un radio de 30 kilómetros, asegura.

«No vemos ningún problema para impedir el desarrollo de este proyecto privado que no necesita financiación. No obstante, el estudio de compatibilidad no está cerrado y estamos abiertos a las sugerencias del Gobierno: la configuración, la ubicación, los procedimientos… Estamos abiertos a llegar a acuerdos, ellos tienen la autoridad y nosotros hemos hecho una propuesta que creemos viable pero abierta a sugerencias», zanja el directivo. «Si no se puede hacer aquí, no se puede hacer en ningún sitio, eso sí, ya está, ahora sólo hay que ampliarlo», concluye.