España

El Centro de Láseres Pulsados de Salamanca celebra que le ha tocado la «pedrea» del Nobel de Química

El Centro de Láseres Pulsados de Salamanca (CLPU), referencia en España en esta tecnología, se siente hoy en parte agraciado con una especie de ‘pedrea’ del Nobel de Física 2018 concedido por la Real Academia de Ciencias sueca a los investigadores Arthur Ashkin, Gérard Mourou y Donna Strickland.

La razón es que su funcionamiento se basa en la tecnología CPA que ha sido galardonada con este reconocimiento y, por lo tanto, la visibilidad y fiabilidad de sus investigaciones se verá reforzada, en opinión del director de este centro científico, Luis Roso.

Cuando se creo esta técnica, en 1985, este catedrático de Óptica de la Universidad de Salamanca estaba en el epicentro académico de su surgimiento en la Universidad de Rochester (Estados Unidos), donde trabajaban Mourou y Strickland.

«Este Nobel refuerza la idea de que gastamos dinero público en la dirección correcta», ha declarado Roso a Efe, convencido de que este tipo de reconocimientos ayudan en la tarea investigadora, que cuando arranca «no sabes cómo va a salir».

Roso quedó fascinado por esa tecnología y desde entonces centró sus esfuerzos en traerla a España y a Salamanca en concreto, convencido del futuro de los láseres intensos como fuente de avances científicos.

Lo que comenzó con un sistema de 20 teravatios se ha convertido en el único sistema español capaz de alcanzar un petavatio de potencia pico, como pudieron comprobar recientemente los reyes de España en su inauguración y primer ‘disparo’.

El denominado «VEGA» del centro investigador salmantino es uno de los diez láseres más potentes del mundo y por esta razón equipos científicos llegados desde cualquier parte del mundo están en ‘lista de espera’ para acceder a estas instalaciones entre dos y tres semanas, en las que aprovechan esta tecnología para avanzar en sus investigaciones.

«Estamos muy contentos», ha resumido el director del CLPU, convencido de que este tipo de láseres tienen «mucho potencial de futuro» y equivalen a «una revolución tecnológica» que tiene entre sus principales campos de acción la sanidad y la seguridad, pero que avanza también en otras aplicaciones.