Centenares de personas se agolparon ante la tumba de Franco antes de que el Gobierno cerrara el Valle

El anuncio por parte del Gobierno socialista de que la exhumación de Franco se acometerá antes del próximo 25 de octubre, y el cierre inmediato del Valle de los Caídos -a partir de este sábado- ha provocado un aluvión de visitas en las últimas horas. Centenares de personas, curiosos y simpatizantes, han acudido este viernes a visitar la tumba del dictador, en la última ocasión para acceder a la Basílica.

La afluencia al Valle de los Caídos se ha incrementado en los últimos días, especialmente después de que el Tribunal Supremo autorizase la exhumación. En lo que va de año se han registrado 273.408 visitas. El fin de semana en el que se conoció el aval del Supremo, se duplicaron, superando ambos días las 3.000, cuando lo habitual es la mitad.

Esta tarde, cinco coches de la Guardia Civil han entrado con sirenas y a toda velocidad en el Valle de los Caídos, poco después de que se cerrase la entrada de vehículos a la Abadía, según informó Europa Press.

Una visitante que había acudido con su hijo a visitar la tumba de Franco contó a los medios a la salida que estaban produciéndose «enfrentamientos» en la explanada del templo. «Arriba hay lío, es desagradable, la gente está empezando a ponerse agresiva», relató.

El Ejecutivo dio este viernes la orden inmediata de cerrar temporalmente el recinto, hasta que finalicen las operaciones para ejecutar la exhumación. Aunque la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, anunció un plazo hasta el 25 de octubre, Moncloa baraja un plazo más acotado, entre el 18 y el 22.

La familia recibirá información sobre el día y la hora «con 48 horas de antelación», para que estén presentes si así lo desean. Será un acto discreto e íntimo, con la asistencia de la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino.

El Gobierno tiene que decidir aún cómo se trasladarán los restos, para lo que se baraja recurrir al helicóptero, el medio que, según la Guardia Civil, resulta más idóneo. «Decidiremos el que sea técnicamente más seguro y el que resulte de menor incomodidad para los ciudadanos», dijo Calvo.

La vicepresidenta destacó que «hay situaciones como la de tener a un dictador junto a sus víctimas en un panteón de Estado que no tienen prescripción». «Seríamos la única democracia donde se puede rendir homenajes a un dictador», alegó.