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Está llena de microbios y nunca la lavas: la prenda que llevas puesta ahora mismo

Esta es la prenda que no paras de usar y está llena de microbios

Descubre todo lo que puedes lavar en la lavadora y creías que no

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Hay una prenda que usamos constantemente y que, sin embargo, casi nunca lavamos. Según los expertos, acumula una gran cantidad de microbios y puede convertirse en un foco de bacterias si no se mantiene en condiciones adecuadas. Se trata de una auténtica fuente de suciedad que solemos pasar por alto en la rutina de limpieza.

La pandemia nos recordó la importancia de la higiene, no solo en el entorno doméstico, sino también en lo que vestimos. Mantener la ropa limpia es clave para prevenir infecciones, especialmente en épocas como el invierno, cuando aumentan los resfriados y las enfermedades respiratorias.

Con la bajada de temperaturas, es fundamental prestar atención a esas prendas que usamos a diario y que, por costumbre, no solemos lavar con frecuencia. Los especialistas recomiendan meterlas en la lavadora al menos una vez por semana. Es un gesto sencillo que puede marcar la diferencia en nuestra salud.

La prenda que no paras de usar y está llena de microbios

Los expertos han dado con el dedo en la llaga a la hora de reconocer perfectamente una pieza de ropa que está llena de microbios. Nos guste o no y especialmente en invierno, la exponemos a un sinfín de elementos que pueden acabar siendo los que nos hagan enfermar de una forma o de otra.

Habrá llegado el momento de poner sobre la mesa, determinados elementos que son los que marcarán la diferencia en todos los sentidos. Son tiempos de cambios y de estar atentos a nuestra salud, en concreto, debemos estar preparados para lavar con más frecuencia un elemento que solemos llevar semanas o incluso meses.

La chaqueta de invierno o de otoño, los guantes con los que salimos a la calle para protegernos del frío, acaban llenos de microbios que debemos empezar a eliminar de nuestro día a día. Para hacerlo, nada mejor que poner en práctica determinados elementos que van de la mano y que pueden ser claves.

Toca estar preparados para afrontar esta guarrada que los expertos pueden hacernos hasta sonrojar con los problemas que pueden generar estos básicos de temporada que no tocan la lavadora.

Nunca se lava

Salir a la calle implica estar expuestos a microbios y bacterias que van proliferando en unas piezas de ropa que solemos quitarnos al entrar en casa, pero eso no significa que estén libres de problemas.

Según una entrevista realizada en The New York Post a un experto de la Universidad de Arizona: «Los detalles sucios: los calentadores de manos (guantes) son focos de gérmenes, especialmente si los dejas puestos durante el trayecto matutino al trabajo. En los espacios públicos cerrados, “la exposición a los gérmenes es alta”, dice Gerba. (Un estudio de 2015 encontró más de 15.000 tipos de microbios en la MTA). Enfermarse es tan fácil como tocar un poste del metro lleno de gérmenes y frotarse la nariz, lo que no es nada exagerado, ya que “te tocas la cara unas 16 veces por hora”, dice Gerba. Sea sincero: “El calor es lo que realmente mata los microbios”, dice Gerba. Por lo tanto, lave los guantes de tela una vez a la semana con el agua más caliente que permita la tela o, si le preocupa que se encojan, omita el lavado por completo y póngalos en la secadora durante 45 minutos. Lo mismo se aplica a los guantes de tela sintética, con un paso adicional para eliminar los insectos: a mitad de semana, límpielos con toallitas desinfectantes; incluso las poco atractivas pero utilitarias que los gimnasios distribuyen a baldes servirían».

También el abrigo acaba siendo un foco de gérmenes: «Los detalles sucios: Aunque no se han realizado muchas investigaciones sobre los abrigos de invierno y los gérmenes, Gerba cree que son motivo de preocupación. “Probablemente, se vuelven bastante asquerosos, porque la gente no suele lavarlos mucho; ¿qué pasa, una vez al año?”. En su experiencia, las prendas que se usan con frecuencia y se limpian rara vez son imanes de gérmenes. “Compárelas con las corbatas de los hombres”, dice. “Al igual que los abrigos, se guardan en lugar de limpiarse, y son una de las cosas más asquerosas que he estudiado”. Gerba recomienda que la frecuencia con la que lave su abrigo no sea suficiente. Por eso, recomienda llevar la capa exterior a la tintorería varias veces por temporada. “Y asegúrese de que esté limpia antes de que entre en hibernación”, dice Bock; de lo contrario, tendrá gérmenes en su armario durante un año entero».