España
Se trata del segundo cese en tan sólo dos meses

Carmena despide este viernes al director financiero del Club de Campo

Fernando Junco, director financiero del Club de Campo es la última víctima de Manuela Carmena. El ejecutivo ha confirmado a OK diario que será apartado del cargo y este viernes se hará efectivo su despido.

Junco accedió a su cargo tras superar varias pruebas de idoneidad pero acumulaba en su haber dos graves máculas; haber sido elegido por el anterior gerente, Alfonso Segovia, y pertenecer a la familia de los fundadores de la revista Hola. 

Junco fue nombrado por el anterior director gerente, que también fue víctima de Carmena

Fiti, como le conocen sus amigos, es un profesional de trayectoria que no está vinculado a ningún partido político pero ha sido cesado a pesar de que Ahora Madrid, reconocía hace escasos meses que no llevaría a cabo ningún despido pues carecía de gente que se pudiera ocupar del Club.

Poco tiempo después y a pesar de estar en minoría en el consejo de administración que gestiona el Club decidía cargarse al director gerente, Alfonso Segovia, tal como adelantó Okdiario.

Fue el responsable de retirar todas las tarjetas vip a personalidades vinculadas al PP y llevar a cabo una gestión económica que consiguió devolver las instalaciones a números negros. También quitó la contrata del servicio de hostelería que ostentaba el empresario Arturo Fernández.

Según ha podido saber este diario, aunque oficialmente Celia Meyer y destacados dirigentes de Ahora Madrid dicen lo mucho que va a cambiar el Club de Campo de puertas para adentro reconocen que carecen de conocimientos para gestionar unas instalaciones de estas dimensiones. El nombramiento de Joaquín Ballesteros como gerente no es más que un parche y lo sustancial vendrá cuando quieran modificar los estatutos del Club.

Los 28.000 socios ya se han constituido en plataforma para «obstaculizar cualquier ocurrencia podemita que se quiera hacer con nuestro dinero». De momento, no se han podido reunir con los nuevos gestores.

Por último, contar que la salida de estos profesionales no está siendo demasiado amistosa pues algunos de los compromisos laborales no se han respetado y los despidos podrían entrar en la senda judicial.