Carmena acoge en el Ayuntamiento una exposición presidida por menstruaciones
En la tercera planta de lo que fue el Palacio de Comunicaciones de Madrid, hoy el Ayuntamiento de todos los madrileños, sede de la alcaldía que ostenta Carmena, una exposición solidaria de título Aliadas ha desatado una nueva polémica. Entre sus 60 obras se incluyen con gran preponderancia varias que centran su imaginería en la sangre menstrual convirtiéndola en seña de identidad de un pretendido feminismo que ha molestado a varias asociaciones de esa ideología.
La muestra incluye imágenes de alto contenido explícito y está abierta hasta los niños más pequeños. De hecho, sus obras están a la vista de todo aquél que pase por delante sin siquiera haberlo elegido, dado que hay una biblioteca en la misma planta visitada por gente de todas las edades.
Lemas expuestos como ‘Sexo débil los cojones’ o mofas a la religión católica utilizando fragmentos de los textos de las misas cristianas hacen que nadie que pase por ese vestíbulo quede indiferente. Estas imágenes de la muestra Aliadas han irritado a determinados colectivos feministas españoles, que han dado a conocer inmediatamente sus diferencias con esta estrategia.
Desde el PSOE hasta la Red Estatal de Organizaciones Feministas han mostrado su malestar. No comparten que se utilice la sangre menstrual como reclamo, un recurso habitual en casi todas las ilustraciones e incluso en fotografías. Una mujer incluso huele su dedo lleno de sangre.
El certamen reúne hasta 60 obras y rinde tributo a la ONG Alianza por la Solidaridad. La lista de mujeres artistas participantes es muy extensa: entre otras, Ouka Leele, Carmen García Huerta, Paula Bonet, Lidia Toga, Sonia Pulido o Cinta Arribas, junto a tan sólo cuatro hombres. Las técnicas utilizadas con las del collage, fotografía, diseño gráfico y, sobre todo, ilustración, según señala el folleto informativo.
La muestra presume de tener «mirada disyuntiva y transgresora» y de que proporciona un «recorrido literario» conformado por las aportaciones de varios escritores. Pero algunos de los que han podido verla confiesan que «es difícil de entender».
Celia Mayer, delegada del área Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid, participó en la inauguración y resaltó su valor para “transversalizar la perspectiva de género en el ámbito del arte y la cultura”.
Las obras están a subasta para fines solidarios. Sus precios de salida varían entre 300 y 500 euros, según la dimensión. El dinero recaudado se donará a proyectos en Senegal, Gambia y Guinea Bissau para facilitar que las mujeres de estos países tengan acceso a los derechos fundamentales.
La polémica imaginería utilizada en este caso y el empeño de ligar el feminismo ideológico a la menstruación no es privativo de esta exposición del Ayuntamiento de Madrid.
Recientemente, los independentistas catalanes antisistema de la CUP iniciaron una campaña para que las mujeres no usen compresas en su comunidad autónoma. El grupo de Anna Gabriel en Manresa presentó una moción para instar al Servei d’Informació i Atenció a la Dona a disponer de “métodos alternativos de recogida de sangrado” menstrual, como copas, esponjas marinas y compresas de tela.
El pasado 20D pidió el voto por el cambio. Este martes hablamos sexo, porno y feminismo con la propia @AmarnaMiller. pic.twitter.com/tzdhEOidSe
— La Morada – Madrid (@MoradaMadrid) May 24, 2016
Pero ése no es el último motivo de polémica en el modo de entender el feminismo de la izquierda radical. Una de las sedes de Podemos en Madrid ha convocado una charla en su sede que vuelve a incidir en la obsesión por el sexo. En La Morada, una actriz porno ofrecerá la próxima semana una charla sobre «sexo y porno». La iniciativa ha concitado el rechazo de asociaciones feministas de todo el país.