España

Calvo se opone a entregar el Ministerio de Igualdad a Podemos para no regalarles la bandera feminista

Podemos quiere carteras ministeriales para ganar poder. Pero también para hacérselo perder al PSOE. Dentro de los cinco departamentos que ha reclamado Pablo Iglesias a Pedro Sánchez se encuentra el área de Igualdad, un ministerio que tendrá un gran protagonismo y desarrollo en la legislación futura y que, además, encaja con una de las grandes banderas socialistas: el feminismo. Por eso la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, se ha opuesto a la entrega de esta cartera.

Calvo lleva a gala su feminismo. Lo ha dejado bien claro en los últimos días tras apropiarse del feminismo histórico y decir aquello de “no bonita, el feminismo no es de todas”. Pero, además, es que todo el socialismo ha creado una enorme maquinaria legislativa, política y electoral en base al feminismo. Una enorme plataforma cuya bandera se traduce en votos. Y el PSOE no quiere que esa causa quede ahora, tras tanto “currárselo” -como diría Carmen Calvo- en manos de Podemos. Porque significaría que todo el fruto legislativo por llegar serviría para engordar el curriculum de Podemos. Y no de los socialistas.

La negociación de carteras ministeriales está en la mesa. Y la propia Carmen Calvo ha sido la primera en recordar que este área, el de Igualdad, no es conveniente que salga del espectro de control del PSOE.

Las peticiones de Podemos

Los podemitas han reclamado un largo listado de departamentos, cinco en total contando con la Vicepresidencia que los hombres de Iglesias consideran que tiene que llevar el nombre de Irene Montero escrito en el maletín departamental. Los equipos de la formación morada han solicitado áreas tan decisivas como Hacienda, Trabajo, Transición Ecológica, Vivienda o esa mencionada Vicepresidencia Social. Pero, por peculiar que parezca, una de las grandes disputas se ha centrado en Igualdad: por el poder electoral que concentra para estos dos partidos. Y Carmen Calvo sabe perfectamente lo que hace al oponerse a este traspaso de poder.

Este área es el que va a desarrollar, por ejemplo, el lanzamiento de los incentivos a la lucha contra la brecha salarial entre hombres y mujeres. Es igualmente el que va a liderar el apoyo a los colectivos LGTBI, el mismo área donde ya han conseguido que se pida el carné de partido a los miembros de Ciudadanos para poder acudir a la celebración del Orgullo. Es el mismo desde donde se va a exigir a las empresas que introduzcan mujeres en los consejos de administración y órganos directivos, las famosas cuotas. Y el mismo desde el que se van a lanzar líneas de apoyo a las mujeres víctimas de la violencia machista.

Es decir, que es el eje de todo un esquema de política que ya ha demostrado ser la joya de la corona de los partidos de izquierda a la hora de obtener voto. Calvo no quiere ceder en este área ante los hombres de Podemos. Y menos aún, ahora que acaba de convertirse en protagonista inesperada de un pretendido monopolio del feminismo gracias a la viralización de su ya famosa frase -“No bonita, no”-.

Pero, como se señala dentro del PSOE, “el problema es que algo hay que ceder, y ninguna cartera es buena para traspasar en esos términos, porque todas dan poder a Podemos y nos lo restan a nosotros”. Pero es que “algo tenemos que ceder”.