En Canarias sólo hay 26 agentes Frontex: se limitan a entrevistar a inmigrantes ilegales

«Frontex continúa apoyando a España». Así era el encabezamiento de una breve nota distribuida el pasado 29 de enero en la que se incluían unas breves declaraciones del director ejecutivo del ente europeo para la vigilancia de fronteras, Fabrice Leggeri, quien aseguraba una estrecha relación entre España y la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas en la contención de la crisis de inmigrantes ilegales que se está produciendo en nuestro país, especialmente en Canarias.

Teniendo en cuenta que desde que se declaró la pandemia por Covid los países tradicionalmente emisores de inmigrantes ilegales han blindado sus fronteras y que las llegadas a Europa a través de España hacen un cuello de botella en la ruta entre África y el sur de las Islas Canarias es una gran noticia que el primer cuerpo policial europeo se involucre en la mayor crisis migratoria vivida en Canarias en la que solo en un año se estima que pueden haber llegado 30.000 inmigrantes ilegales. La agencia Frontex, formada por agentes de las distintas policías de los países miembros, ha sido garantía de respuesta ante la inmigración policial en las más graves crisis migratorias a lo largo de los últimos años y en la actualidad actúan en lugares como Italia, Grecia y España, estados tradicionalmente receptores de este tráfico ilegal de personas. Frontex colabora con los países en los que actúa con todos los medios a su alcance, tanto materiales como humanos, y allá dónde se les destine trabajan de forma subordinada a la autoridad del país en cuestión.

257 agentes en España, no en Canarias

Volviendo a la nota de Frontex su director recuerda que hay 257 agentes trabajando para controlar la inmigración ilegal en España, y que lo van a seguir haciendo durante los próximos 12 meses. Cabría pensar que la gravedad de la situación en Canarias que se está extendiendo en el tiempo implicaría un especial refuerzo de medios en el archipiélago. Pues no. En Canarias hay ahora mismo 26 agentes de Frontex apoyando a Policía y Guardia Civil y su trabajo está siendo, sin desmerecerlo, puntual y administrativo.

Las fuentes consultadas por este periódico explican que ahora mismo el trabajo que acometen estos agentes se limita a los momentos en los que llegan embarcaciones a Gran Canaria. Cuando Salvamento Marítimo traslada embarcaciones o personas rescatadas en alta mar al muelle de Arguineguín con estos hay que practicar determinadas gestiones de identificación y reseña para conocer sus datos y circunstancias personales.

Además, en los casos de inmigración ilegal es vital realizar una buena entrevista personal para averiguar con la mayor certeza posible la procedencia de personas generalmente indocumentadas. Pues estas labores en Canarias las están llevando a cabo los agentes de Frontex. Y eso que, como anunció este periódico, se perfilaba un gran operativo para afrontar la situación canaria.

Entonces un cuerpo capaz de gestionar crisis migratorias descomunales dedica 26 agentes a Canarias y deja casi 250 en el resto de operativos que afectan a España pero que justo este último año, fruto de los efectos de la pandemia, han visto caer en picado sus cifras de llegadas ilegales.

¿Y esto a qué se debe? A un desacuerdo sobre quién debe ser mando único y qué atribuciones pueden ceder a Frontex durante su estancia en Canarias. Frontex podría, de hecho lo hace en otros territorios, realizar labores de patrullaje por mar, vigilancia aérea, estar presente en la detección de embarcaciones en alta mar y en cómo se gestiona el tránsito de estas personas desde que son localizadas hasta que son devueltas a sus países u otras circunstancias.

Sin embargo, un agente de Frontex es sobre todo un observador de cómo actúa cada país con los inmigrantes ilegales. Gracias a sus agentes, por ejemplo, se han hecho públicos graves incidentes y comportamientos de algunos cuerpos policiales en lo que a vigilancia fronteriza se refiere. En Canarias su presencia y su trabajo está tan limitado por dos razones: la Guardia Civil es quien tiene mayor número de recursos y capacidad legal en la zona.

Las fuentes consultadas por este diario ponen como ejemplo ilustrativo que es la Benemérita la que tiene patrulleras para vigilar el mar, y no están precisamente por la labor de ceder esa cuota de competencia. Y ahí debería mediar el Ministerio del Interior, pero no lo hace, porque de hacerlo lo que tendría de facto en Canarias sería un cuerpo de observadores que tal vez tuvieran algo que decir sobre el modo de gestionar el enorme volumen de inmigración ilegal que en un alto porcentaje está acabando en la península a través de vuelos comerciales.

Esta situación ya ha llamado la atención incluso en Europa. Es difícil de entender que el mar Egeo esté repleto de vigilantes europeos de fronteras y que en Canarias, con la que está cayendo, haya sólo un puñado y que se dediquen a rellenar impresos, labor importante, sin duda, pero lejos aún de todo el apoyo que requiere una situación como la de Canarias.