Interpol y Frontex preparan una misión en Canarias por el coladero de inmigrantes ilegales

El coladero de inmigración de Canarias ha dejado de ser un problema exclusivamente español y ha pasado a preocupar a Frontex y a Interpol. Ambos organismos preparan ya una misión para tener información directa de la entrada de ilegales por las islas. La dotación de agentes contará con efectivos españoles y de otros países y pretende estar operativa el 27 de enero. Uno de los motivos de esta iniciativa es, obviamente, el temor a la entrada de yihadistas a la vista del enorme descontrol en esa frontera española.

La alerta ha llegado a instancias internacionales a través de distintas vías. Desde policiales, hasta políticas. Las cuestiones no han tardado en trasladarse y las respuestas recibidas en Frontex de los dispositivos en España han constatado el problema: el flujo de entrada de inmigrantes ilegales por Canarias es tan desmesurado y el control tan escaso que transcurre el periodo de internamiento de los inmigrantes antes de que se puedan comprobar las fichas policiales o penales. Si es que se pueden llegar a comprobar.

Eso supone que están derivando a toda España, y por consiguiente a Europa perfiles de inmigrantes sin chequear. No se trata de una sorpresa. Las noticias llegadas desde el muelle de Arguineguín ya anticipaban este problema. La crisis migratoria de Canarias supone desde el primer momento un grave problema de seguridad en materia antiterrorista para Europa.

Expertos en la materia aseguraron hace ya meses que nuestro país no contaba ni con los medios, ni con la formación de detección adecuada de potenciales terroristas, y menos durante el recién cerrado 2020: un año en el que se calcula que pueden haber llegado a las costas de Canarias unos 20.000 inmigrantes ilegales. Una cifra que se disparó, principalmente, desde el mes de marzo. Pese a ser una de las más altas, se trataba sólo de una más de las que ha experimentado la totalidad del territorio español.

«Sujetos de interés»

El pasado año ha registrado una entrada de ilegales de entre 35.000 y 40.000. Fuentes policiales confirmaron a OKDIARIO hace ya semanas que en estos meses algunos individuos han sido catalogados como sujetos de interés y se les ha monitorizado como potenciales riesgos de seguridad. Pero la duda de Frontex es a cuántos no se ha detectado. Y cuántos, tras ser detectados, han sido controlados y comprobados debidamente.

Salvador Burguet, experto en yihadismo, terrorismo internacional y CEO de AICSpain, una de las más prestigiosas agencias privadas de inteligencia señaló a este diario que «no podemos decir ni mucho menos que España se encuentre ahora mismo más amenazada que antes por un ataque terrorista, lo que no quita el riesgo de un ataque puntual. Y no estamos haciendo lo necesario para reducir ese riesgo. Lo que viene sucediendo los últimos meses en Canarias supone una tremenda brecha de seguridad en materia antiterrorista para España pero sobre todo para Europa».

El testimonio retrata perfectamente la preocupación de Frontex por la avalancha migratoria en Canarias y de ahí la petición de colaboración a Interpol para tener información directa de lo que está ocurriendo en Canarias. En el mes de abril, de hecho, fue detenido en Almería uno de los terroristas más buscados de Europa. Había llegado hasta nuestro país en patera. Lo mismo pasó en Canarias en el mes de abril. Allí se detuvo a un captador de mujeres destinadas a casarse con miembros del Daesh: él también había llegado hasta España en patera en 2018.

Llegadas en patera

El fenómeno no es nuevo y se ha repetido en otros lugares de Europa. El terrorista que atentó contra varios viandantes en Niza en octubre llegó en patera a Lampedusa. Todos estos casos fueron una vulneración de la seguridad antiterrorista española usando la inmigración ilegal como método de ingreso en el país.

El problema no remite. Ni el Ministerio de Migraciones, ni mucho menos el de Interior, consiguen poner coto a la crisis migratoria que lleva meses produciéndose en las Islas Canarias como consecuencia del cierre de las fronteras terrestres de países como Marruecos por la pandemia de Covid y que ha provocado que la travesía desde Mauritania hasta el archipiélago canario sea ahora mismo la única vía posible de llegada de inmigrantes ilegales a nuestras costas.

Eso es lo que más sorprende: si las posibilidades de llegadas se reducen a una sola ruta, ¿qué está haciendo el Gobierno a través de sus dos ministerios involucrados para frenar esta avalancha de llegadas?

La cifra oficial de inmigrantes ilegales llegados a Canarias desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 2020 fue de 23.023, una cifra enloquecida si se la compara con la misma de 2019, cuando llegaron hasta Canarias 2.687 personas de forma ilegal por vía marítima. El aumento anual ha sido del 756,8%.

El mes de diciembre ya apuntaba a que la situación no iba a mejorar. Durante los primeros 15 días del último mes de 2020 llegaron a Canarias 1.886 inmigrantes ilegales. La segunda quincena fueron 1.571. Casi 3.500 inmigrantes ilegales en un solo mes, un mes invernal, poco dado a las travesías marítimas por el estado de la mar, pero sorprendentemente activo en lo que a circuitos usados por las mafias de tráfico de personas se refiere.