Batalla en el Supremo por la memoria del hombre al que la izquierda lincha como asesino de Miguel Hernández

El hijo del secretario judicial al que la izquierda lincha como el asesino de Miguel Hernández, José Francisco Baena González, ha recurrido en casación al Tribunal Supremo la memoria de su padre al considerar que su difunto progenitor, Antonio Luis Baena Tocón, no fue quien firmó la pena de muerte del poeta alicantino. El alto tribunal ha señalado una vista para el próximo 20 de febrero para indagar sobre esta cuestión tras la denuncia interpuesta contra la Agencia Española de Protección de Datos y Google por dar publicidad a informaciones que el denunciante considera falsas. El demandante pide que se reconozca su derecho al olvido si existe una información falsa, cuya inexactitud puede demostrar con documentación aportada a este periódico.

Era 2019 cuando Baena hijo vio que en Internet comenzaban a proliferar distintas publicaciones en las que reescribían la vida de su difunto padre. Medios afines a la izquierda se hacían eco de la investigación del catedrático de Literatura de la Universidad de Alicante, Juan Antonio Ríos, que vinculaba a su padre como el verdugo de Miguel Hernández, condenado a muerte por el Consejo de Guerra franquista. «Protesté y ello ha dado lugar a una campaña de desinformación, es falso lo que se está publicando sobre mi padre», explica su hijo en una conversación con OKDIARIO.

Defender la memoria de su progenitor ha llevado a Antonio a los tribunales. Actualmente, el hijo del secretario judicial tiene dos procedimientos contenciosos administrativos abiertos: el primero, ante el Tribunal Supremo; y otro en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana contra el catedrático que señalaba a su padre como el hombre que ordenó la muerte del escritor.

Además, también existe un procedimiento civil en Cádiz contra el autor, personas y medios que han contribuido a la presunta campaña de desinformación que su hijo cifra en más de 1.000 publicaciones y por las que reclama 10 millones de euros. «Repitiendo miles de veces las mentiras se pretende hacer una verdad», explica su hijo, que no ha dudado en honrar la memoria de su padre.

El Supremo estudia el recurso

El Tribunal Supremo admitió a trámite el recurso de casación contra la sentencia que anulaba el derecho al olvido de Antonio Luis Baena Tocón reclamado por su hijo en la Audiencia Nacional. La Sala argumentaba en el auto de admisión —al que ha tenido acceso OKDIARIO— que había que precisar o completar la jurisprudencia interpretando la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, a fin de determinar si las personas vinculadas al fallecido están legitimadas para exigir al responsable o encargado del tratamiento la supresión de los datos personales del fallecido, si eso altera o no  el derecho al olvido y al derecho a la información.

Existe jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que sí reconoce el derecho al olvido en el gestor del motor de búsqueda que debe retirar los enlaces a información cuando el solicitante prueba que es manifiestamente inexacta. Prueba de ello es una sentencia contra Google tras la denuncia de dos directivos de un grupo de sociedades de inversión que solicitaron que se retiraran sus nombres de los resultados obtenidos, alegando que esos artículos recogían alegaciones fácticas inexactas. El TJUE les dio la razón.

El asesinato de Miguel Hernández

Para demostrar que se habían publicado inexactitudes sobre su padre, Antonio Baena comenzó a investigar sobre la vida de Miguel Hernández. Las averiguaciones le llevaron hasta el Archivo General e Histórico del Ministerio de Defensa, donde dio con la sentencia de condena a muerte del escritor. En dicho documento, el Consejo de Guerra sentenciaba el asesinato de Miguel Hernández por un delito de adhesión a la rebelión. Este fallo no se llegó a ejecutar puesto que el poeta levantino murió por tuberculosis en la prisión de alicante donde cumplía condena a los 31 años de edad.

Tal y como demuestran las investigaciones de su hijo, Antonio Luis Baena Tocón no firmó este documento. La firma del secretario judicial del Consejo de Guerra no coincide con la firma indubitada de su progenitor, que era únicamente un licenciado en Derecho que trabajaba en el Juzgado Especial de Prensa. «Es un fraude historiográfico», señalan fuentes que han estudiado a fondo el caso.

Su vástago también relata que Antonio Luis Baena Tocón fue torturado en la checa durante la Guerra Civil y tuvo que refugiarse en la Embajada de Chile de Madrid. También fue perseguido en los primeros momentos del conflicto y se quedó huérfano, ya que su padre fue fusilado por el bando republicano. Tras ello ejerció como alférez del cuerpo jurídico llegando hasta el Juzgado de Prensa que se encargaba de controlar las publicaciones contrarias al régimen.

La vida de su padre coetánea a la Guerra Civil le llevó a que pidiera al entonces ministro de Memoria Democrática, Félix Bolaños, que le reconociera como víctima de la Guerra Civil. Obtuvo la callada por respuesta.

Ahora, su heredero busca limpiar su memoria dos décadas después de su fallecimiento cuando se ha producido un efecto Streinsand que ha provocado que su padre esté de actualidad al contrario de lo que deseaba su hijo, que trataba de censurar los señalamientos erróneos de que fue el verdugo de Miguel Hernández. Ahora, José Francisco lucha en los tribunales para que se sepa la verdad y ha indagado sobre la vida de su difunto padre buceando en los archivos históricos. Sólo así podrá reescribir –al menos en Internet– la historia del hombre que le dio la vida.